A tres años de la entrada en vigor del T-MEC, se ha logrado demostrar que los acuerdos comerciales son una herramienta clave que favorece la competitividad económica entre México, Canadá y Estados Unidos, coinciden especialistas.
En estos tres años que lleva de vigencia el T-MEC, hemos observado que los flujos comerciales y de inversión no se han interrumpido, incluso siguen creciendo a doble dígito
resaltó James Salazar, subdirector de análisis económico de CIBanco.
De acuerdo con reciente análisis emitido por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), este acuerdo comercial ha beneficiado a la economía mexicana con la entrada de Inversión Extranjera Directa (IED); específicamente con un 42.5% de Estados Unidos y un 4.8% de Canadá.
Las cifras muestran que cada minuto se intercambian mercancías entre los países miembro por alrededor de 3 millones de dólares, un aspecto muy favorable en materia económica.
“El T-MEC ha impulsado el comercio y la inversión entre los países de la región de una manera sin precedentes”, menciona el comunicado.
Entre los principales productos que México exporta bajo el marco del T-MEC se encuentran:
- Computadoras
- Televisores
- Pantallas
- Automóviles
- Vehículos para el transporte de mercancías
- Partes y accesorios de vehículos
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Los temas polémicos
Aunque no se pone en duda los beneficios del tratado, el intercambio comercial no ha estado exento de desacuerdos y polémicas.
El tema laboral es uno de los pendientes del acuerdo T-MEC, “debido a que en México se tienen que mejorar las condiciones de trabajo y se debe impulsar una política de ajuste salarial, ya que incluso se han recibido acusaciones por parte de Estados Unidos”, indicó Cesaire Chiatchoua, especialista del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Hasta la fecha, Estados Unidos ha invocado 11 casos bajo el mecanismo del T-MEC por violaciones de los derechos laborales en fábricas específicas y seguramente no será los únicos.
Otros de los temas polémicos que han enfrentado los socios comerciales del T-MEC es la política mexicana para limitar el uso de maíz transgénico importado, lo que llevó a Estados Unidos a presentar una queja formal; y las políticas energéticas de México que incumplen los compromisos de abrir su mercado energético a competidores externos.
En términos generales el balance del acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá es muy positivo, primero con el TLCAN y ahora con el T-MEC
reiteró Salazar.
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Nearshoring, una oportunidad histórica
El CCE recordó que el nearshoring o la relocalización de empresas es “una oportunidad histórica” para las economías de México, Estados Unidos y Canadá, dado que el T-MEC representa un valioso marco legal para generar certidumbre en materia comercial.
“El nearshoring es una gran oportunidad para México debido a que aumentará la confianza entre los miembros del tratado, esto al generar una gran derrama económica y promover la creación de empleos”, agregó Chiatchoua.
Sin embargo, el CCE considera que es muy importante “dar prioridad al cumplimiento con las obligaciones del T-MEC para estar en condiciones de aprovechar al máximo los beneficios de la relocalización”.
Ahora con el tema del nearshoring, el T-MEC se convierte en un puente que facilita el establecimiento de empresas en México para venderle con acceso preferencial al mercado más grande del mundo, es decir Estados Unidos
finalizó el subdirector de análisis económico de CIBanco.