Pese a la debilidad mostrada en marzo pasado, la economía mexicana mostró fortaleza en el primer trimestre del año, rompiendo las expectativas de los mercados y del propio gobierno federal.
El Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) reveló un crecimiento de 3.9% a tasa anual desestacionalizada en los primeros tres meses del 2023, superior a la variación previa de 3.8%.
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Más allá de rebasar el nivel del cierre del 2022, resalta que la actividad económica del país aumentaría por encima del pronóstico del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, de 3.0% del Producto Interno Bruto (PIB) en todo este año.
De hecho, para el primer trimestre del año se espera un alza de 3.1%, cifra apoyada por la expectativa de que el mercado laboral está en ‘pleno empleo’, mientras que la administración federal no ve presiones importantes derivadas del ajuste al salario mínimo.
Además, esperan un impulso adicional del sector turístico, tanto nacional como internacional.
Arriba del consenso
Cabe señalar que el crecimiento del IOAE, que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se ubicó por arriba del consenso, con el estimado en la encuesta de Banco de México en 1.2% para el año en curso.
De hecho, el estimado de 3.0% del PIB no cambió en los Precriterios Generales de Política Económica 2024, que se presentaron recientemente.
Con la Secretaría de Hacienda y crédito Público reconociendo un buen desempeño de la actividad, además de anticipar un impulso de la inversión pública y privada, una moderación en la inflación —a pesar de una revisión al alza— y la fortaleza del mercado laboral
asegura Banorte.
No obstante, añade que en el gobierno federal reconocen retos derivados de las expectativas de una desaceleración en Estados Unidos.
Desaceleración en marzo
En tanto, el IOAE aumentó sólo 0.10%. a tasa mensual durante marzo pasado, que significaría el menor incremento en los últimos cuatro meses, además de que se rompería la tendencia de aceleración que comenzó en diciembre del año pasado.
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Esta debilidad fue producto de la desaceleración de Estados Unidos y del contexto actual, con una elevada inflación y el ciclo alcista de la tasa de interés.
Por actividades, las secundarias incrementaron 0.04% en marzo, menor al 0.73% de febrero, como consecuencia principalmente de la desaceleración tanto en Estados Unidos, que sigue en riesgo de recesión, como en todas las economías avanzadas.
Mientras las terciarias crecieron 0.11%, que al igual que el índice general, representó la menor tasa en los últimos cuatro meses. Su talón de Aquiles es la inflación y el costo del financiamiento, ya que al ostentar niveles altos restan poder de compra de las familias, mermando el consumo privado.
