La economía mexicana registró su mejor inicio de año en más de una década, apoyado por la resiliencia de algunos sectores y el impulso del nearshoring.
De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), proxy mensual del PIB, creció 3.8% a tasa anual en el primer bimestre del 2023.
Puedes leer: Economía mexicana hila racha positiva; IGAE crece 0.14% en febrero
Esta variación significó, para un mismo periodo de comparación, el mejor resultado desde el 2012, cuando se ubicó en 4.3%, es decir, en los últimos 11 años.
La actividad económica en México y el mundo pareció mostrar algo de resiliencia al inicio del 2023. Además, las inversiones asociadas al nearshoring y al T-MEC darían soporte a la economía mexicana en éste y en los próximos años, especialmente en la región norte
detalla Ve por Más.
Apretamiento monetario sincronizado
Sin embargo, el grupo financiero mantiene como escenario central que el PIB exhiba una clara desaceleración más adelante en el año, principalmente como consecuencia del apretamiento monetario mundial sincronizado.
Señala que incluso, a nivel local y mundial, persiste el riesgo de que la inflación tarde más a lo previsto en encaminarse sostenidamente hacia las metas de los bancos centrales, lo que produciría a su vez una restricción monetaria más profunda y/o prolongada.
Ve por Más precisa que la erosión del poder adquisitivo de los hogares, los altos costos financieros y un contexto de menor confianza económica inducirán un menor dinamismo en el consumo privado, la inversión fija bruta y la exportación.
Si bien el evento del sistema financiero global no ha impactado a la banca y la economía en México, de agudizarse la volatilidad en los mercados, y si esto lleva a un mayor deterioro de las condiciones financieras, los hogares y empresas podrían restringir aún más el gasto, indica.
Te puede interesar: AMLO “reprueba” en confianza con la población de mayor grado de escolaridad
Interpretación mixta
Para Monex, el dato del IGAE da pie a una interpretación mixta, pues el resultado de febrero desentona con la tendencia reciente, aunque no lo suficiente como para considerar que el cambio de rumbo para la actividad económica es inminente.
Por el contrario, asegura que el sesgo para las estadísticas de crecimiento es al alza y probablemente revise su estimado del PIB próximamente.
De momento, nuestro pronóstico es de 1.4%, pero el potencial mostrado por la economía apunta a cifras superiores a 2.0%, recordando que esperamos un deterioro precipitado en las condiciones globales para la segunda parte del año”,
concluye Monex.