Durante noviembre pasado, el segundo mes de la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, los mexicanos sintieron una desconfianza total hacia la situación económica del hogar y del país, a pesar del Buen Fin.
De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) se ubicó en 47.73 puntos en el penúltimo mes de 2024.
Este nivel significó una caída mensual de 3.6% en las perspectivas de los consumidores, siendo el peor resultado del ICC desde diciembre de 2021, cuando se contrajo 3.9%, es decir, en los últimos 35 meses.
Dicha disminución se dio en un mes que por lo general incentiva el consumo debido a la derrama económica del Día de Muertos y a la temporada de promociones como el Buen Fin.
En noviembre, la perspectiva de los consumidores reflejó un notable deterioro, con un sentimiento de cautela en la visión económica a futuro y en sus expectativas de consumo. Los datos se alejan del repunte observado en octubre y muestran preocupación por el entorno económico del país, a medida que se acerca el fin de año
detalla Monex.
Desconfianza mayor por el futuro del país
En noviembre de este año, los cinco indicadores del ICC mostraron descensos mensuales, manifestando desconfianza en el mes de la victoria de Donald Trump en Estados Unidos y su discurso de implementar políticas agresivas (aranceles y deportación masiva de migrantes).
La contracción más pronunciada se observó en el indicador correspondiente a la situación económica del país esperada dentro de un año, respecto a la actual, con una variación negativa de 6.19%, la peor en 29 meses.
Esto significa que los hogares mexicanos visualizan un panorama desalentador hacia el futuro, pese a los anuncios de Sheinbaum Pardo como el paquete de grandes obras de infraestructura.
Vientos en contra para los consumidores
Los factores económicos que juegan en contra de la confianza de los consumidores se concentran en la pérdida de poder de compra de las familias, pues aún enfrentan elevadas tasas de inflación y de interés.
Lo anterior, pese a la desaceleración de la inflación anual (de 4.76% en octubre a 4.55% en noviembre), así como al nuevo recorte de la tasa objetivo del Banco de México a 10.25%.
También preocupa una posible desaceleración económica (Indicador Adelantado en picada) y el camino que tomen las políticas comerciales entre Estados Unidos y México, que contrasta con un mercado laboral robusto.
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