Durante el año pasado, los costos ambientales, que se refieren a agotamiento y degradación ambiental, sumaron 1.3 billones de pesos corrientes, monto que equivale a 4.2% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.

Si bien esta cifra es menor respecto tanto al 2022 (4.3%) como a 2003 (6%), desde que empezó dicha serie no logra ubicarse por debajo de 4%, de acuerdo con las Cuentas Económicas y Ecológicas de México (CEEM).

Por componentes, los costos por agotamiento representaron 0.5% del PIB de la economía total, mientras los costos por degradación ascendieron a 3.7% durante el año pasado.

Permiten medir el impacto de la actividad económica y de las actividades humanas en el medio ambiente. Las CEEM consideran tanto el agotamiento de los recursos naturales como la degradación del medio ambiente,

detalla el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Durante 2023, los costos totales por agotamiento y degradación ambiental sumaron 1.3 billones de pesos, monto que equivalió a 4.2% del PIB nacional
Durante 2023, los costos totales por agotamiento y degradación ambiental sumaron 1.3 billones de pesos, monto que equivalió a 4.2% del PIB nacional (Getty Images)

Emisiones del aire, el mayor costo ambiental

Durante 2023, el mayor costo ambiental fue el relacionado con las emisiones al aire, que generaron un impacto equivalente a 2.5% del PIB, es decir, más de 809,000 millones de pesos.

Le siguieron los costos correspondientes a la degradación del suelo, con 0.6% del PIB nacional (178,700 millones de pesos), y los residuos sólidos urbanos, con 0.4% (130,085 millones).

El resto de los componentes sumaron 0.7% y se compusieron de los costos por agotamiento de hidrocarburos, agotamiento de agua subterránea, descargas de aguas residuales no tratadas y por el agotamiento de recursos forestales.

Gastos de protección ambiental

Por su parte, en 2023, los gastos en protección ambiental del sector público ascendieron a 219,766 millones de pesos, monto que equivalió a 0.7% del PIB de México; este porcentaje resultó similar al de 2022.

De estos gastos en protección ambiental del sector, 24% se distribuyó en gestión de los recursos hídricos; 23.9% en actividades de protección del aire, ambiente y clima, y 13.1 % en la gestión de las aguas residuales.

El restante 39% se erogó en la gestión de los residuos; la protección y conservación de la biodiversidad; cuerpos de agua y suelo; gestión de recursos minerales, energéticos y acuáticos; investigación y desarrollo, y educación y gestión de la protección ambiental.

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