A pesar al incremento en los precios, el consumo de carne en México se mantuvo e incluso registró un ligero crecimiento, de acuerdo con el Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne).
Al presentar su Informe del Mercado Consumidor de Proteína Cárnica 2022, el organismo expuso que el gasto y consumo semanal de carne en los hogares creció entre 2020 y 2022 en prácticamente todas las proteínas, con excepción del pollo, que tuvo una ligera baja.
La escalada inflacionaria de precios en los cárnicos no limitó el consumo. En la res, 0.79 los kilos promedio de la compra semanal en 2016 y después 0.87 los kilos promedio en 2022. De igual forma en el cerdo hay un incremento y en las carnes frías
indicó el presidente de Comecarne, Ernesto Hermosillo.
Según el reporte de la institución, los precios de los productos cárnicos registraron alzas de hasta 14% entre finales de 2021 e inicios de 2022, aunque los precios tuvieron una menor presión sobre todo desde el cierre del año pasado. Para la segunda mitad de 2023, el alza se redujo en alrededor de 3% en julio y agosto de 2023.
El pollo se mantiene como la principal proteína que consumen los mexicanos, con 44%, seguido de la res, con 21%, el cerdo con 16% y las carnes frías con otro 16%.
Agregó que en 2022, la producción de carne superó a la tortilla y el pan como la principal actividad en el Producto Interno Bruto (PIB) de la industria alimentaria.
Impacto del Pacic en el consumo
Desde el último trimestre de 2021, la inflación registró niveles históricamente altos, lo que disparó los precios de los productos, en especial los de consumo básico, entre estos los alimentos.
Hacia abril de 2022, el gobierno de México lanzó un Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic), que permitió contener el alza de algunos productos, entre ellos el pollo y la carne de cerdo y res, las principales proteínas animales que se consumen en el país.
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El Comecarne reconoció que tanto éste como el programa subsecuente, Acuerdo de Apertura Contra la Inflación y la Carestía (Apecic), ayudaron a contener el alza de precios de los productos cárnicos.
Ello gracias a que suspendió la aplicación de aranceles y otras barreras al comercio de productos alimenticios, mismas que para el Comecarne resultan relevantes para mantener precios estables en el mercado nacional.
“El año que entra lo estoy viendo como una preocupación. Si no mantenemos estas políticas de apertura, con aranceles cero, cuando vaya en enero a resurtir, otra vez va para arriba (el precio). No podemos estar jugando con esto. Yo pediría revisar estas políticas públicas de tal forma que haya certidumbre hacia adelante”, recalcó Hermosillo.