La construcción fue uno de los sectores más castigados en la última década, rezagado por el recorte a la inversión pública, la desconfianza empresarial y la pandemia de COVID-19.
Durante el 2022, el nivel de producción de esta actividad económica creció tras nueve años con caídas, aunque sigue sin alcanzar los elevados registros que datan previo a la crisis económica y financiera del 2009.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el valor de producción del sector constructor ascendió a 297,599 millones de pesos durante el año pasado, que significó un incremento de 5.1% a tasa anual.
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Dicho crecimiento se dio después de presentar disminuciones entre los años 2013 y 2021, es decir, toda la administración de Enrique Peña Nieto y la mitad del sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
Las grandes obras de AMLO
El aumento de la industria de la construcción derivó de la conclusión de grandes obras del actual gobierno federal el año pasado, como la refinería de Dos Bocas y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, así como de avances en otros proyectos insignia: Tren Maya y Corredor Transístmico.
También en el 2022 se destinaron recursos importantes a proyectos correspondientes al Aeropuerto Internacional de Tulum, Tren Interurbano México-Toluca, presa Santa María en Sinaloa, obras hidrológicas en Tabasco y Durango e infraestructura hospitalaria y carretera.
No obstante, el valor de la producción de dicha industria durante el año pasado, aún queda lejos de los niveles vistos antes del 2015. Del 2006 a dicho año, el promedio anual era de 422,000 millones de pesos.
Bajan presiones
Para Banorte, las presiones inflacionarias del sector de la construcción continúan moderándose desde septiembre, con una contracción acumulada hasta diciembre de 2.1%.
Sin embargo, hubo un rebote sustancial en enero (+2.6%), así que continuaremos atentos en este frente
reveló el grupo financiero.
Además, consideró que la demanda por espacios industriales será el motor dentro del rubro de edificación, compensando la debilidad de la construcción de vivienda.
Otro punto importante que retoma Banorte se refiere a las fechas por cumplir para obras públicas como el Tren Maya (finales del 2023) y el Tren Toluca-México, las cuales pueden dar un impulso adicional al sector.
Por sector contratante
Del total del valor de la construcción en el año pasado, 44.1% de la producción fue por parte del sector público y 55.9%, del privado.
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En tanto, la obra pública creció 6.8% anual en el 2022, que significó la segunda alza al hilo y el mejor resultado desde al menos el 2006, año que inicia la base de datos actualizada del INEGI.
Por su parte, la obra privada mostró un aumento de 3.8%, después de presentar dos años consecutivos con disminuciones.