Una de las premisas de la reforma que presentó el presidente Andrés Manuel López Obrador para prohibir el esquema laboral de outsourcing o subcontratación es acabar con la evasión que hacen las empresas en las cuotas de seguridad social de los trabajadores.

Sin embargo, con o sin esta iniciativa, las empresas seguirán registrando a los trabajadores ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) con un salario menor al que reciben o bien a través de nuevos esquemas que sustituyan la subcontratación, coincidieron especialistas en materia laboral.

 

 Esta ley lo único que va a generar es que se generen más mecanismos de informalidad, es decir, que la empresa pague en efectivo a un trabajador y que no se registre por nómina

 dijo el presidente del Centro de Estudios para la Promoción y difusión de Empleo Formal (CEEF),  Armando Leñero.

 

Lo que realmente se tenía que hacer es aplicar la ley que ya evita justamente este tipo de prácticas. Tanto en la Ley del Seguro Social como la Ley Federal del Trabajo se define la figura de subcontratación, la cual debe cumplir requisitos como registrarse ante el IMSS y presentar cada trimestre los movimientos que hacen.

La reforma del 2012 fue más severa, dado que se adicionaron tres incisos en el artículo 15-A de la Ley Federal del Trabajo, en los que prácticamente se prohibió que una gran parte de la subcontratación no se realizara en la totalidad de la planta laboral y que solo sean los trabajos especializados que se registren con esta figura.

“Al no tener esta ley acompañada de un programa por parte de las autoridades de supervisión, vigilancia y sanción, pues obviamente fue letra muerta y no porque la ley no sirviera, sino porque simplemente no se revisó su cumplimiento”, aseveró Leñero.

Empleos temporales

Los empleos temporales surgen especialmente en los sectores de servicios como el turismo, comercio y la construcción.

En los últimos meses del año, en época de Navidad, se incrementa el número de empleos temporales porque  aumenta el nivel de gasto de las personas, por lo que las empresas requieren de más personal.

A este personal se les da de alta desde septiembre y su contrato termina al concluir diciembre y para el siguiente año se les vuelve a contratar.

 La reforma del 2012 incluyó un aspecto en que las empresas deben justificar la contratación de personal especializado. Si eres una panadería, tus pagos no pueden ser a través de terceros. Eso ya lo decía la ley y la iniciativa del presidente lo vuelve a poner sobre la mesa,

 planteó el presidente de la Comisión Técnica de Seguridad Social del Colegio de Contadores Públicos de México, Rolando Silva Briceño.

El tener trabajadores con las mismas actividades, pero con diferentes remuneraciones se debe justamente porque estaban contratados por terceros,  pero eso también ya está regulado, solo que no se aplica la ley.

En México existen alrededor de 1,200 empresas con posibles esquemas de subcontratación ilegal que concentran a 862,489 trabajadores que ven afectados sus derechos laborales, según datos del IMSS.

La diferencia entre outsourcing legal e ilegal radica en que, si una compañía de computo requiere de un personal que va desde programadores, vendedores, secretariado y personal de archivos lo haga a través de un tercero, eso no está mal, explicó Silva Briceño.

Pero lo que sí está mal es utilizar a terceros para no reconocer los derechos de los trabajadores y a través de un esquema agresivo que contiene pagadoras y sindicatos se ahorra una cantidad de dinero.

 La gran diferencia es que uno reduce la carga administrativa y el otro ofrece una reducción en el costo financiero a través de la evasión de impuestos o de la propia carga social

Contrario a lo que dice el presidente, estos trabajadores sí tienen un respaldo de seguridad social porque la ley establece que entre el trabajador, empresa y la prestadora de servicios debe existir una responsabilidad solidaria para que los trabajadores tengan accesos al IMSS, Infonavit y ahorro para el retiro, según Silva Briceño.

“El que se prohiba esto hará que muchos de los empleos que se tienen en la formalidad pasen a la informalidad; no se evitará la evasión, al contrario creemos que esta incrementará”.

La iniciativa del presidente por un lado prohibe la subcontratación y por otro genera control sobre las empresas a través de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, la cual decidirá a su libre albedrío a quién sí le dará el permiso de dar trabajos temporales.

“Esta Ley le viene muy a modo a quien siempre ha estado en contra de la subcontratación que es Napoleón Gómez Urrutia para que a lo mejor él sí pueda operar con servicios especializados en los sindicatos”, concluyó Leñero.