El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, dio a conocer que impondrán aranceles de 100% a los autos eléctricos chinos, alineándose así con las decisiones tomadas previamente por Estados Unidos y la Unión Europea. 

La determinación llega un mes después de que Ottawa abriera una consulta pública de 30 días sobre los autos chinos y algunos productos relacionados. Trudeau también habló de un arancel de 25% al acero y aluminio importados desde el gigante asiático. 

El mandatario criticó la forma en la cual opera la nación oriental dentro de la industria al asegurar que “China no juega con las mismas reglas” y por ello diversas economías alrededor del mundo se están alineando con nuevas reglas para el país. 

La noticia forma parte de una estrategia de Canadá para posicionarse como una parte fundamental de la cadena de suministro a nivel global en el mercado de los vehículos eléctricos.

El país norteamericano ha firmado acuerdos por miles de millones de dólares con fabricantes de autos europeos para que se considere al país como una pieza importante dentro de la fabricación de unidades. 

EU y UE, en contra los autos chinos

Se espera que esta semana el gobierno encabezado por Joe Biden anuncie los planes que tienen para aumentar los aranceles a las unidades fabricadas en China y busque ser comercializadas en Estados Unidos. 

La nación de las barras y las estrellas se ha mostrado preocupada porque México pueda ser utilizado como puerta de entrada para los autos chinos, ya que algunas compañías de esta nacionalidad han anunciado la intención de instalar plantas en territorio nacional. 

En julio pasado, México se sumó a Estados Unidos para proteger a los mercados de acero y aluminio en la región mediante la imposición de aranceles a estos metales que fueran importados desde China. 

Tanto el aluminio como el acero que llegue de México a Estados Unidos contarán con aranceles de 10% y 25%, a menos que logren comprobar que fueron fundidos en su totalidad en territorio mexicano. 

Desde septiembre del año pasado, la Unión Europea comenzó a investigar el arribo de autos chinos con el objetivo de imponer aranceles y de esa manera evitar que se beneficien de subsidios otorgados en la región. 

Con información de Reuters 

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