La caída de la economía mexicana en el penúltimo mes del año pasado avivó los fantasmas de la recesión, teniendo a la inflación como el principal obstáculo.
De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) disminuyó 0.45% a tasa mensual en noviembre del 2022.
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Este descenso, además de representar dos bajas consecutivas, fue el peor resultado en los últimos 15 meses.
PIB determinará si existen fantasmas de recesión
Para Monex, la cifra oportuna del Producto Interno Bruto (PIB) del cuarto trimestre del año pasado, que se dará a conocer próximamente y cuyo aproximado mensual es el IGAE, determinará si existen fantasmas de recesión.
El dato se conocerá la siguiente semana y será clave para moderar los temores de que hay una recesión en puerta o para reavivarlos si se presenta una decepción mayúscula
advierte el grupo financiero.
Agrega que es muy probable que los flujos de actividad económica hayan cerrado por debajo de los niveles de 2018, lo que supone un retroceso importante para el proceso de recuperación.
Terciarias debilitan al IGAE
Por actividad, las primarias mostraron la mayor fortaleza al aumentar 5.31% en noviembre, el mejor nivel en ocho meses, aunque apenas representa 3.8% del PIB nacional.
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En tanto, las secundarias, con una participación de 34.2% en la economía mexicana, apenas crecieron 0.02%, frente a 0.39% en octubre; esta perdida de ritmo se debió principalmente a las contracciones de 0.45% en minería y de 0.49% en manufactura.
Sin embargo, el mayor lastre del IGAE corresponde a las actividades terciarias, con 62.0% del PIB mexicano, al presentar un desplome de 0.94%, el más pronunciado en 15 meses.
Dentro de estas actividades, seis de nueve sectores exhibieron caídas, destacando las bajas en servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas (1.76%), en comercio mayorista (1.42%) y en comercio al por menor (1.12%).
Sorpresas
Las disminuciones en las actividades terciarias sorprendieron debido a que noviembre suele beneficiarse por la derrama de El Buen Fin y del Día de Muertos, sumándose la Copa del Mundo FIFA.
Lo anterior, según Monex, sugiere un desgaste significativo del gasto de empresas y consumidores ante la elevada inflación que ha perdurado por meses y la mayor incertidumbre que se asoma en el horizonte.
En noviembre pasado, la inflación anual se colocó en 7.80%, la mayor tasa para un mismo mes de comparación en los últimos 22 años.
Malas noticias
A tasa anual, el IGAE aumentó 3.5%, la menor variación en cuatro meses, mientras en el acumulado de enero-noviembre del 2022 dio un alza de 2.9%, contra 4.9% en igual periodo del 2021.
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En comparación con el máximo histórico, que fue en septiembre del 2018, la economía del país se ubicó 1.0% por debajo de este punto.
“Es una mala noticia para la coyuntura económica local, pues comienza a derribarse la noción de resiliencia de la que había gozado el aparato productivo mexicano durante gran parte del año”, indica Monex.
Expone que las previsiones para el futuro inmediato son poco alentadoras, ya que luce difícil que el PIB escape de la contracción en el primer trimestre del año y, si se materializan los temores de recesión en Estados Unidos en los próximos meses, podría configurarse un escenario de crisis regional.
El grupo financiero prevé que las variables económicas y financieras podrían enfrentarse a un ambiente disruptivo en el corto plazo, en donde el comportamiento del tipo de cambio y las tasas de interés será muy diferente a lo mostrado hasta ahora en las primeras semanas del 2023.
