La caída de la obra pública en mayo pasado, después de 20 meses consecutivos en terrenos negativos, no “empañó” el desempeño de este sector contratante de la construcción en los últimos dos años.

Durante el año pasado y los primeros cinco meses de este 2024, la construcción se ha convertido en un motor de la economía mexicana gracias a las obras federales y al efecto del nearshoring en la edificación de naves industriales.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el valor de producción de la industria de la construcción aumentó 4.4% a tasa anual en mayo del presente año.

Este resultado significó el nivel de crecimiento más bajo en los últimos 14 meses, así como romper la racha de un año consecutivo registrando variaciones anuales de doble dígito.

Dicha tendencia de desaceleración de la construcción derivó de un incremento de 8.5% de la obra privada, menor al alza previa de 12.2%, y a la caída de 8.5%de la obra pública, la primera baja en 21 meses.

Para los analistas de Ve por Más, la Inversión Fija Bruta continuaría desacelerándose en la medida en la que se diluye el impulso de las Mega Obras de Andrés Manuel López Obrador.

Un entorno de desaceleración económica, altos costos financieros e incertidumbre política puede afectar a la inversión privada, mas esta se vería apoyada por el efecto del reagrupamiento industrial

detallaron en una nota. 

Construcción en máximos

Sin embargo, la baja de la obra pública en mayo no “desentonó” con el resultado del acumulado de los primeros cinco meses del año. En este periodo el valor total de la construcción ascendió 16% anual.

Lo anterior significó la mayor alza, para igual lapso de comparación, desde al menos el año 2006, cuando comienza la nueva base estadística actualizada del Inegi.

Por sector contratante, el público creció 27.2% anual, que también representó su mejor comportamiento desde al menos 2006; además, hilo su segundo año con una tasa superior a 20%, aunque entre 2019 y 2022 se dieron contracciones.

Sobre la construcción, creemos que el impulso asociado a las obras públicas continuará. Pasando a la edificación, pensamos que el soporte se mantendrá, especialmente en los espacios industriales y comerciales

explican analistas de Banorte.

Obra privada, sostenida en el nearshoring

Para la obra privada, al aumento de 8.9% en el acumulado enero-mayo de este 2024 le precedió un retroceso de 1.5% un año antes, pero aun así fue la mayor subida desde 2013 (11.3%).

En este sentido, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) anticipa un crecimiento del sector entre 3% y 5% hacia finales de 2024, atribuyendo una expansión de 1.6% en la inversión del sector al nearshoring.

También afirma que 40% de las empresas de construcción nacionales ya se ha beneficiado por el fenómeno de relocalización, cuyas estimaciones sobre la necesidad de parques industriales para los siguientes cinco años son del orden de 15 millones de metros cuadrados.

Los riesgos

Grupo Financiero Base estima un crecimiento de alrededor de 3% para la actividad industrial en todo el año 2024, impulsado principalmente por la industria de la construcción.

No obstante, este sector continúa mostrando señales de desaceleración. Los riesgos para un desempeño negativo para la actividad industrial incluyen:

  1. Posible no materialización del gasto presupuestado en el Paquete Económico para obras públicas
  2. La incertidumbre generada por las próximas elecciones en Estados Unidos, que podría afectar la inversión y la demanda de exportaciones mexicanas
  3. La incertidumbre en cuanto a la relación entre el gobierno entrante de Claudia Sheinbaum y el sector privado en México, que generaría desconfianza y desalentaría la inversión

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