La dilución de las interrupciones en las cadenas de suministro, los elevados precios del petróleo, la recuperación del sector automotriz y un menor dinamismo económico en Estados Unidos provocaron que las exportaciones mexicanas alcanzaran máximos históricos en septiembre pasado.
Aunque el shock de la invasión rusa en Ucrania y la debilidad que se percibe a nivel mundial puede ser factores de riesgo para el cierre de año.
De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las exportaciones mexicanas ascendieron a 51,450 millones de dólares en el noveno mes del 2022, lo que significó una cifra histórica.
Con ello, la balanza comercial cerró con un déficit de 233 millones de dólares, el nivel más bajo en los últimos siete meses.
El monto de exportaciones, tras dos caídas al hilo, fue 4.98% superior a agosto pasado, siendo la mayor tasa de crecimiento en los últimos siete meses.
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Debilidad interna
En tanto, las importaciones sumaron 51,683 millones de dólares, que representó, además del menor dato en medio año, una disminución de 0.67% mensual, la tercera variación negativa consecutiva.
La baja en importaciones manifiesta la debilidad que se vive en México, con un menor consumo por los altos niveles inflacionarios e incertidumbre económica.
Mientras el buen momento de las exportaciones se debe principalmente a una recuperación de la economía estadounidense, que es el principal demandante del comercio exterior nacional, que en el primer semestre del año se ubicó e fase recesiva.
Además, se suma la reactivación de sector automotriz tras la crisis de los semiconductores (alza mensual de 4.4% en sus exportaciones) y los elevados precios internacionales del crudo (11.1%).
