¿Y mi Open Banking?

Una de las mejores definiciones del término proviene de la consultora Deloitte. El modelo de banca abierta busca que la información pública, agregada y transaccional de las entidades financieras y de los usuarios se pueda intercambiar no solo para promover mayor competencia entre las empresas de tecnología financiera, sino ofrecer productos y servicios a personas físicas y morales a la medida de sus necesidades. 

Esto se escucha bastante bien por su potencial y los beneficios que ya son palpables en varios países, pero en México los pasos de esta arquitectura abierta avanzan más lento de lo que esperan muchos participantes. 

La CNBV emitió en junio del año pasado, las primeras disposiciones de Open Banking como parte del amplio marco legal, la Ley Fintech, y desde junio de este año, los bancos ya deberían facilitar el intercambio de datos, de cajeros automáticos y productos, y en una segunda fase, antes de terminar el año, estarían listas las disposiciones para los datos transaccionales. 

Obviamente la banca tradicional no ha sido la más colaborativa con estos cambios, y luego hay que sumar la lentitud de la actuación de la CNBV, que ahora se sazona con las crecientes versiones de la salida de su presidente, Juan Carlos Graf.

La CNBV argumentó, en su momento, que el diseño regulatorio partiría de lo más fácil para abarcar progresivamente a los aspectos más complicados y asegurar que el marco legal funcione, pero las empresas quieren ir pisar el acelerador.

Quienes comenzaron literalmente una cruzada para detonar el Open Banking en México son Mastercard y Albo mediante un plan que consta de varias etapas y que concluye en diciembre, que incluye el entendimiento del marco regulatorio, modelos de negocio, definición de postura y una presentación final de una propuesta que entregarán a las autoridades, la CNBV y el Banco de México. 

En el apartado de Marco Jurídico Mexicano, llama la atención que el plan de trabajo contemple discusiones sobre el cambio esencial de la figura de secreto bancario; cómo reforzar el marco jurídico en materia de protección de datos personales para compartir información; y en general un mayor acercamiento y entendimiento con las autoridades con mesas de trabajos bimestrales.

Hay una agenda de reuniones específicas donde participarán representantes de las empresas interesadas con temas como la apertura de cuentas de depósito, programada para el 5 de octubre; consulta del historial de crédito; consent management; autenticación de usuarios; definición técnica de API’s; y monitoreo y supervisión.

Economistas, el reacomodo

Los cambios recientes de economistas en jefe ponen en disyuntiva al Banco de México, por el hecho de que varios de los más connotados, en su momento, laboraron en el banco central que ahora también deberá cumplir la ley que prohíbe a los funcionarios trabajar en un sector relacionado con su función como regulador. 

Al interior el tema ya se comenzó a comentar de manera informal.