ONU-Habitat proyecta que, hacia 2030, el Tren Maya creará casi un millón de nuevos empleos en la región sureste de México.
De éstos, alrededor de 715,000 nuevos empleos se generarán en los 16 municipios con una estación de tren, a los que se suman 150,000 empleos en la economía rural asociada al tren y 80,000 más con los trabajos de construcción de los cinco primeros tramos en 2020.
Este estimado es resultado de un análisis de ONU-Habitat mediante un sistema de evaluación en términos espaciales, socioeconómicos y medioambientales, que estima el alcance de la estrategia de desarrollo integral sobre las condiciones sociales, económicas y ambientales de la región sureste.
Así, el organismo generó una base de datos con un total de 30 indicadores para 268 municipios de Campeche, Chiapas, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo, lo que permite conocer la situación previa a la construcción del tren y calcular su impacto en los años siguientes.
Entre las proyecciones destaca que, de cada 100 personas con empleo, 46 pertenecerán a pueblos originarios, pues la probabilidad de integrarse en el mercado laboral es un indicador de inclusión productiva y social.
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En el caso de la población originaria, ONU-Habitat destaca que la llegada del Tren Maya favorecerá su empleo en trabajos directa e indirectamente asociados al ferrocarril. En total, se registrará un incremento del 38% con respecto a la población originaria ocupada en 2015.
Además, estima que en los lugares por donde pasará el Tren Maya, la economía crecerá casi el doble, cerca de 2,100 millones de pesos, considerando el impacto económico local, que contempla el valor total de la producción y de la transformación de bienes que se da en la región.
El análisis estima también que “el Tren Maya sacará de la situación de pobreza a 1.1 millones de personas del sureste mexicano”
Para 2030, habrá 15% menos personas en situación de pobreza gracias al impacto económico del Tren Maya.
De acuerdo con el pronóstico, la población pasará de los 12.1 millones actuales a 17.3 millones de personas, de los cuales 6.1 millones estarán en situación de pobreza, una cifra que sin el tren ascendería a 7.2 millones.
Otro elemento que destaca dentro del análisis es que la planificación permite reducir el espacio de tierra que utilizan las personas para establecerse y desarrollar sus actividades.
En la región sureste habitan, en promedio, 38 personas por hectárea, por lo que, aumentar esta densidad dejaría más suelo libre de actividades humanas.
Finalmente, ONU-Habitat señala que el Tren Maya permitirá aumentar una media de dos años el promedio de escolaridad en los municipios que cuenten con estación.
Esto significa que la cantidad de años cursados por cada habitante de 15 años o más en las localidades por las que pasará el Tren Maya se incrementará una media de dos años.
Para el organismo, el promedio de escolaridad mejora las condiciones de capacitación y el acceso al mercado laboral, en un escenario donde se espera un crecimiento de la actividad económica turística y productiva.
Hasta el momento, Fonatur ya asignó los tres primeros tramos del Tren Maya y se prevé que en los próximos días publique las razones jurídicas y técnicas de la adjudicación directa del cuarto tramo a ICA.