La Oficina Federal de Prisiones (BOP) de Estados Unidos dio a conocer que el narcotraficante mexicano Osiel Cárdenas Guillén fue liberado de una prisión de alta seguridad y puesto bajo custodia de funcionarios migratorios.
De acuerdo con un portavoz del servicio penitenciario estadounidense consultado por Reuters, el fundador del Cártel del Golfo y Los Zetas obtuvo su libertad y se entregó “bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos” a primera hora de este viernes.
Respecto a su deportación hacia México, todo parece indicar que no se dará. Aunque se desconocen los motivos por los cuales el delincuente no volverá al país en donde también tiene cargos pendientes.
El originario de Matamoros, Tamaulipas, fue arrestado en México en 2003 acusado de tráfico de drogas, lavado de dinero y extorsión a agentes federales estadounidenses.
Sin embargo, su extradición a la Unión Americana llegó hasta el 17 de enero de 2007, en donde cumplía una sentencia de 25 años de prisión que se le fijó en 2010 y fue reducida por su buena conducta.
Pese a la gravedad de los delitos que se le imputaron, el capo logró un acuerdo que le permitió evitar la cadena perpetua y una sentencia de prisión de máxima seguridad. La negociación incluyó información sobre las operaciones de los cárteles mexicanos.
Osiel Cárdenas Guillén, uno de los narcos más sanguinarios
“El Padrino”, mote con el cual también se le conoce, fue líder del cártel del Golfo y es conocido por ser el autor de algunos de los episodios más violentos entre las organizaciones delincuenciales. Incluso se le ha atribuido la transformación del narcotráfico mediante la adopción de tácticas sumamente crueles como las decapitaciones.
Cárdenas Guillén también fue el fundador de Los Zetas, una organización integrada por exmiembros de las fuerzas especiales del Ejército, que inició como el brazo armado del Cártel del Golfo y posteriormente se convirtió en un grupo independiente.
El grupo de exmilitares fue pionero en pasar del mero tráfico de drogas a la extorsión de ciudadanos y empresas en las zonas que controlaban. También recurrieron al secuestro para pedir rescates que les permitieran continuar con sus operaciones.
Leo Silva, un exagente de la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA) que trabajó en México combatiendo a Los Zetas, dijo que Osiel Cárdenas Guillén era directamente responsable del repunte de la espeluznante violencia en el territorio mexicano durante las dos últimas décadas.
Con información de Reuters
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