Banxico realizó en 2025 la mayor cantidad de recortes a la tasa de interés desde la pandemia
Banco de México (Banxico) recortó la tasa de interés en 300 puntos base a lo largo del 2025, el ajuste más fuerte desde el 2020, cuando la economía global enfrentó el golpe de la pandemia de 2020.
Al inicio de este año la tasa se situó en 10.00%, y al cierre de este se ubicará en 7.00%. Este movimiento representa el ajuste más profundo desde 2020, cuando el banco central redujo la tasa de interés también en 300 puntos base, pasando de 7.25%, a 4.25%.
Los datos muestran que, durante 2025, Banxico ha adoptado una postura monetaria más flexible, al reducir la tasa de referencia en las ocho reuniones de este año, en un contexto marcado por la moderación de la inflación y la necesidad de ajustar las condiciones monetarias tras un prolongado periodo de política restrictiva.
Las razones: inflación y crecimiento estancado
Las principales razones por las que Banxico ha reducido la tasa de interés en el año, han sido por una inflación un poco más moderada, pero todavía resistente, así como un crecimiento económico prácticamente nulo en donde los sectores económicos del país se han visto estancados.
De acuerdo con datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la tasa anual de inflación se situó en 3.80% en noviembre de este año, aumentando desde el 3.57% registrado en octubre.
Además, el crecimiento económico acumulado es de 0.4% de enero a septiembre, lo que sugiere un nulo crecimiento.
En ese sentido, las actividades de la industria (secundarias), han sido las más afectadas en el año, ya que persiste una debilidad en la manufactura y construcción, reflejo de menor inversión y un consumo debilitado.
Crisis inmobiliaria, causa de recortes en 2009
Más atrás en el tiempo, el año en que Banxico hizo su mayor serie de ajustes fue en 2009, cuando la redujo en 375 puntos base. Dicho recorte respondió directamente al impacto de la crisis hipotecaria de 2008 en Estados Unidos, que detonó una recesión global y llevó a los principales bancos centrales a implementar una política monetaria más flexible.
Dicha crisis se originó en 2006 cuando se dieron créditos hipotecarios arriesgados, facilitando el acceso a préstamos sin evaluar adecuadamente la capacidad de los acreedores para pagarlos.
En aquel entonces, la política monetaria mexicana estaba estrechamente vinculada a los movimientos de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, por lo que Banxico replicó los recortes para amortiguar el impacto económico y financiero en el país.
Aunque el ajuste en 2025 no se da en un entorno de crisis sistémica como la del 2009, sí marca un cambio relevante en el ciclo monetario, al reflejar una postura más flexible del banco central tras los máximos históricos alcanzados por la tasa para contener las presiones inflacionarias.
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