OCDE ajusta previsión de crecimiento para el PIB de México a 0.7% en 2025; el país se recuperará a ‘paso lento’
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) publicó sus perspectivas para el resto del año, así como para 2026 y 2027, en las que proyecta un crecimiento para el Producto Interno Bruto (PIB) de México de 0.7% en 2025, de 1.2% en 2026 y 1.7% en 2027. En septiembre, sus previsiones eran de 0.8% para este año y de 0.3% para 2026.
Tras mantenerse resiliente durante el primer semestre de 2025 a pesar de la creciente incertidumbre mundial, la actividad económica se ha debilitado, con una contracción del PIB del 0.3 % en el tercer trimestre (desestacionalizada)
advierte el informe.
La OCDE explica que, por un lado, el bajo desempleo y la moderación de la inflación impulsarán el consumo, aunque en un nivel moderado, dada la continua consolidación fiscal.
En cuanto a las exportaciones, éstas se verán afectadas por el aumento de aranceles y la incertidumbre global. Las exportaciones automotrices se han debilitado, mientras que las exportaciones de manufacturas no automotrices se han mostrado resilientes hasta la fecha, respaldadas por la sólida demanda de Estados Unidos.
Sin embargo, la disminución de las tasas de interés brindará cierto apoyo a la inversión, pero se espera que su recuperación sea gradual, lo que refleja la persistente incertidumbre nacional e internacional.

Otras previsiones de la OCDE además del PIB de México
De acuerdo con la OCDE, implementar un marco fiscal a mediano plazo ayudaría a reducir el déficit y a crear espacio para inversiones que mejoren la productividad, especialmente en educación. Mientras que, para garantizar que la inflación disminuya hacia el objetivo del 3%, Banco de México (Banxico) debería mantener un ciclo de flexibilización prudente y basado en datos.
Según las proyecciones de la OCDE, la inflación en México se posicionará en 3.8% anual en 2025, mientras que las expectativas para 2026 y 2027 serán de 3.3% y 2.9%, respectivamente. En el caso de la subyacente, que excluye rubros volátiles como el agrícola, energético y tarifas gubernamentales, se ubicará en 4.1% en 2025, pero en 2026 bajará a 3.5% para llegar a 2.9% en 2027.
Asimismo, la tasa de interés podría alcanzar el 6.25% a finales de 2026. Mientras que en el caso del déficit presupuestario, tras ampliarse al 4.9% del PIB en 2024, el nivel más alto en 35 años, se espera que se reduzca al 3.6% en 2025 y al 3.2% en 2027.
Asimismo, la simplificación y digitalización de las regulaciones empresariales facilitaría la creación y el crecimiento de compañías, fomentaría la competencia y apoyaría la creación de empleo, ya que la actividad se está moderando.

La protección del T-MEC sobre la economía mexicana
El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) ha servido como un importante escudo contra las crecientes restricciones comerciales y la incertidumbre constante. La mayoría de las exportaciones que cumplen con el acuerdo enfrentan un arancel del 0%, y su participación ha aumentado del 50% a principios de año a cerca del 80% recientemente.
La OCDE estima que las exportaciones que no cumplen con el T-MEC continuarán enfrentando un gravámen del 25% durante 2026-27. También prevé que los automóviles, las autopartes, los camiones y sus componentes estarán sujetos a un arancel del 25%.
Las proyecciones también asumen un gravámen del 50% sobre las importaciones estadounidenses de productos de acero y aluminio, así como sobre productos semiacabados de cobre y productos derivados con alto contenido de cobre.
No obstante, la reducción de la incertidumbre mediante la renegociación rápida y exitosa del T-MEC podría impulsar la inversión y las exportaciones con más fuerza de lo previsto actualmente.

Crecimiento económico mundial
El nuevo informe de la OCDE proyecta que el crecimiento económico mundial se desacelerará del 3.2% en 2025 al 2.9% en 2026, antes de repuntar al 3.1% en 2027.
La economía mundial ha demostrado ser más resiliente de lo previsto este año, impulsada por la mejora de las condiciones financieras, el aumento de la inversión y el comercio relacionados con la inteligencia artificial, y las políticas macroeconómicas. Sin embargo, las fragilidades subyacentes están aumentando
destaca la introducción del informe.
Una de esas fragilidades es que los mercados laborales están mostrando los primeros signos de debilitamiento a pesar de que la tasa de desempleo de la OCDE se mantiene estable en el 4.9%, con las vacantes de empleo cayendo por debajo de su promedio de 2019 en muchos países y la confianza disminuyendo.
Otra amenaza es la posibilidad de mayores barreras comerciales, así como una posible revalorización brusca del riesgo en los mercados financieros potencialmente amplificada por las tensiones en las instituciones financieras no bancarias apalancadas y la volatilidad de los mercados de criptomonedas
Finalmente, la OCDE prevé que el crecimiento se reafirme a finales de 2026, a medida que se desvanezca el impacto de los aranceles, mejoren las condiciones financieras y la una menor inflación impulse la demanda.
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