Vladimir Sklarov, el estafador de Ricardo Salinas Pliego ahora busca victimizarse
El ciudadano ucraniado Vladimir “Val” Sklarov, conocido por sus estafas en diversas partes del mundo, —la más recientemente, al presidente de Grupo Salinas, Ricardo Salinas Pliego— ha afirmado en las cortes en donde se tratan sus casos que las acusaciones en su contra son actos de discriminación y de revancha por parte de sus víctimas.
En su columna Historias de NegoCEOs, publicada en el diario El Universal, el periodista Mario Maldonado señaló que que aunque Sklarov pretende victimizarse, el caso que enfrenta es serio: fraude financiero internacional, con elementos de crimen organizado, dolo, reincidencia, estructuras fantasma, contratos tramposos y operaciones multilaterales.
Las acusaciones en contra del supuesto empresario se han presentado en ciudades como Londres, Nueva York y Ginebra, pero hasta que no exista un avance, Sklarov se mantendrá en libertad.
De acuerdo con lo publicado por el director general de EL CEO, en Reino Unido ya se ha emitido una orden de congelamiento global por más de 400 millones de dólares (mdd) vinculados al señalado.
Lo que está en juego no es solo la recuperación de activos robados, sino evitar que Val Sklarov siga operando con total impunidad desde los márgenes del sistema financiero global
señaló Maldonado.
¿Quién es el estafador de Ricardo Salinas Pliego?
Vladimir “Val” Sklarov ha operado desde las sombras haciendo uso de nombres falsos, empresas de papel y contratos redactados a modo para poder realizar estafas tanto a empresas como a multimillonarios.
Entre las identidades que ha utilizado se encuentran Gregory Mitchell, Mark Simon Bentley y Thomas Astor Mellon. Además, suele utilizar apellidos de banqueros con renombre para aparentar su pertenencia a la élite financiera internacional.
Si bien sus prácticas no son algo nuevo, con el tiempo ha ido perfeccionando sus acciones. Entre sus tácticas destacan el uso de paraísos fiscales, contratos envenenados y despachos legales que ayudan a complicar el proceso.
En el caso de Ricardo Salinas Pliego, la estafa se dio a través de un contrato aparentemente legal, pero con cláusulas diseñadas para despojar. Dicho documento le permitió hacerse de garantías por más de 400 mdd en acciones.
Cuando el equipo jurídico del empresario mexicano trató de liquidar el crédito y recuperar sus activos, descubrieron que Sklarov ya había vendido las acciones sin previa autorización.
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