Renegociación del T-MEC revive los temores sobre la industria automotriz
El gobierno de Donald Trump dio una señal más sobre sus intenciones respecto al T-MEC, del cual Estados Unidos buscará una renegociación más que una revisión, algo en el que analistas avizoran escenarios más complejos en la relación entre los tres socios comerciales.
Howard Lutnick, secretario de comercio de Estados Unidos, dijo que tiene todo el sentido que Trump renegocie el T-MEC, a fin de proteger los empleos, pero también resurgió la presión sobre un sector clave: el automotriz.
No quiere (Trump) autos de Canadá o de México, sino de Michigan u Ohio. Es mejor para los trabajadores de Estados Unidos; el presidente apoya a los trabajadores, por eso lo eligieron, ven que Trump entiende de negocios y lo hace bien
dijo Lutnick.
Frente a esta postura, analistas coinciden en que el abrir la negociación en la industria automotriz a petición de Estados Unidos, México y Canadá también pueden poner sobre la mesa otros sectores.
Si Estados Unidos pide reabrir un capítulo a su favor, por ejemplo, el automotriz, me imagino a Canadá levantando la mano para pedir que se abra el capítulo agrícola para restringir el acceso de lácteos de Estados Unidos
dijo Kenneth Smith Ramos, exjefe de la negociación técnica para el T-MEC.
La directora de análisis económico de Monex, Janneth Quiroz Zamora, dijo a EL CEO que el hecho de que sea una renegociación genera expectativas de mayores cambios al tratado comercial, con más ajustes dadas las demandas de Estados Unidos y genera presión en algunos sectores.
Trump ha puesto más énfasis en el automotriz; también en lo que respecta al acero, al aluminio, a los metales industriales; al cobre
explicó Quiroz Zamora.
Negociaciones con turbulencia
Smith Ramos señaló que, ante la posibilidad de que Estados Unidos pida reabrir el tratado, ya sea parcial o totalmente, “estaríamos ante un escenario más complejo que una simple revisión”.
Tenemos un escenario donde habrá mucha turbulencia de aquí al 2026. Obviamente lo que suceda en la negociación arancelaria y cómo queden esos aranceles va a impactar la revisión del T-MEC
añadió el experto.
Por su parte, Rafael Rodríguez, estratega de inversiones de Vanguard, dijo que previo a las negociaciones del tratado, el gobierno de México debe negociar su situación actual de los aranceles que ahora enfrenta y no esperar hasta la discusión el T-MEC.
Las tarifas que actualmente pesan sobre la economía mexicana son del 50% en acero y aluminio; 25% en el sector automotriz, donde se toma en cuenta el contenido regional, y una cuota compensatoria de 17% para el tomate mexicano, y posiblemente entren en vigor los aranceles al cobre por 30% y los generales de 30% a partir de agosto.
En el caso de los aranceles generales, se puede suponer que sería un aumento de 25 a 30% respecto a la Ley de Poderes Económicos de Emergencia (IEEPA, por sus siglas en inglés), relacionados con el fentanilo y migración.
Contenido regional, la pieza clave
Quiroz Zamora de Monex dice que es posible que Estados Unidos proponga elevar los umbrales de contenido regional, por ejemplo, del 75 al 85% en sectores estratégicos a fin de garantizar que una mayor proporción del valor agregado se genere dentro de América del Norte.
Bajo este supuesto, la experta dijo que en el corto plazo implicaría ciertos retos para el sector exportador mexicano, ya que muchos insumos intermedios no se fabrican localmente o se producen a precios más altos en la región.
En el mediano y largo plazo, conforme las empresas se ajusten y fortalezcan su presencia en sectores donde previamente tenían una participación limitada, podría observarse un aumento sostenido en la producción y el empleo
añadió Quiroz Zamora.
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