México está ‘atado de manos’ en comercio a pesar del T-MEC
La política de aranceles del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, inyectó incertidumbre a nivel mundial y en México, su principal socio comercial, los avances son lentos y casi nulos, a pesar de contar con el respaldo del T-MEC.
El tratado comercial pasó a un segundo plano, pues parece ser que México no cuenta con un trato preferencial al estar sujeto a varios aranceles y sin descartar otros más que entrarían en vigor durante las siguientes semanas.
Actualmente, México enfrenta aranceles del 50% en acero y aluminio; en autos, la tasa ronda el 15%, según estimaciones del secretario de Economía, Marcelo Ebrard.
También hay un bloqueo en las exportaciones de ganado vivo como reses, caballos, bisontes. Tan solo de enero a abril, los envíos de cabezas de ganado (becerros) cayeron 60%, según el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA). Y, hacia mediados de julio, podrían aplicarse aranceles de 21% a los tomates mexicanos.
La prolongación de la incertidumbre puede explicarse mediante una combinación de factores, que recaen tanto en Estados Unidos como por las acciones de México, dijo a EL CEO el analista económico, Eleazar Benítez.
México debe gestionar estas situaciones a través de mecanismos institucionales que son, por definición, estructurados y requieren tiempos específicos, más allá de la capacidad técnica o profesional de los negociadores
dijo el especialista.
Ana Leroy, analista de asuntos internacionales, dijo que México tendrá que seguir aguantando y no descarta que surjan más quejas, como la de Ebrard sobre el acero y aluminio.
Podríamos ver si esto va a señalar un cambio de rumbo en la administración de Claudia Sheinbaum hacia un tono un poco más combativo
dijo Leroy en entrevista televisiva.
México y su respuesta frente a la incertidumbre
Con el T-MEC relegado, el gobierno mexicano podría responder de la misma forma con aranceles a ciertos productos estadounidenses, algo que ya se vivió en la primera administración de Trump, cuando el gobierno del entonces presidente Enrique Peña Nieto aplicó en junio de 2018 tarifas a los productos de acero y algunos bienes agrícolas, como piernas y paletas de carne de cerdo, manzanas, arándanos, quesos, papas y whisky.
No obstante, se retiraron en mayo de 2019, ya en la administración de Andrés Manuel López Obrador.
En caso de que las negociaciones fracasen, un posible plan de acción incluiría una represalia parcial sobre productos altamente sensibles para los sectores y productores estadounidenses
refirió el director para Latam de Moody’s Analytics, Alfredo Coutiño.
Agregó que entre los sectores a los que se les puede aplicar aranceles está el acero, aluminio, agricultura y pecuarios; enfocarlos en productores y regiones donde Trump tiene un apoyo significativo.
Benítez explicó que, si México opta por aplicar medidas recíprocas, deben estar dentro del marco del T-MEC y de las regulaciones de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Una decisión en este sentido dependerá de análisis técnicos detallados sobre el costo económico, el beneficio potencial de aplicar contramedidas, la posible afectación en el flujo comercial bilateral, así como las implicaciones estratégicas de una respuesta arancelaria en sectores específicos
precisó.
Calendario complejo en el T-MEC
Hacia delante, el calendario de México para tratar de despejar parte de la incertidumbre luce complejo.
Este viernes 6 de junio se tendrán avances sobre si Estados Unidos exenta a México de los aranceles al acero y aluminio; en caso de que la respuesta sea negativa, la tensión comercial entre ambos países aumentará.
Posteriormente, el 14 de julio se cumple el plazo que dio el Departamento de Comercio para los aranceles de 20.91% al tomate mexicano. México obtiene de Estados Unidos el 99% del valor de sus exportaciones de este fruto.
De la industria automotriz, el único avance que se ha tenido es una reducción de las tarifas de 25 a 15% aproximadamente, ante la propuesta de mayor contenido regional.
Avances en el gusano barrenador
Este miércoles se aprobó una inversión de 21 millones de dólares para la planta de moscas estériles en Chiapas, con el apoyo del gobierno de Trump, un avance en la lucha contra la plaga que afecta tanto al sureste como al norte de México.
“Se tiene garantizado que los 100 millones de moscas semanales serán dispersadas en el sureste mexicano, Tabasco, Chiapas, Veracruz, Oaxaca”, dijo el subsecretario de Desarrollo Agrícola y Ganadería de dicha entidad, Joaquín Alejandro Ligonio.
Aunado a eso, se tiene previsto que la producción del laboratorio de Chiapas serán 60 millones de moscas más, por lo que totalizarían 160 millones de moscas.
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