El peso mexicano cerró la jornada de este miércoles prácticamente sin movimientos frente al dólar luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, moderada su discurso en contra de China y el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell.
De acuerdo con datos de Banco de México (Banxico), la moneda nacional finalizó el día con una ligera apreciación de 0.01% ante el dólar, con el tipo de cambio en 19.6502 unidades por billete verde.
Con esto, el peso mexicano llegó a cuatro sesiones consecutivas en terreno positivo y sigue registrando niveles no vistos desde octubre del año pasado.
Durante las operaciones del día, el peso tocó un mínimo de 19.46 y un máximo de 19.67 unidades por dólar, según datos de Bloomberg.
Al menudeo, el billete verde se vende en 19.14 pesos en ventanillas de Banamex, mismo precio que al cierre de operaciones de la jornada anterior.

El índice dólar, que mide el desempeño de la divisa frente a la canasta de las seis monedas más operadas, registró una ganancia de 1.01% para ubicarse en 99.91 unidades.
Peso sigue de fiesta
Grupo Financiero Monex destacó que el peso mexicano se ha visto favorecido por las expectativas de una negociación comercial entre Estados Unidos y China, luego de conocerse los comentarios de varios funcionarios estadounidenses.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha suavizado su postura en las negociaciones con el gigante asiático y ha afirmado que planea ser “muy amable”, esperando que China lo haga de la misma manera.
La menor aversión al riesgo entre los inversionistas también se vio apoyada por el cambio de discurso de Trump respecto al dirigente de la Reserva Federal (Fed). El republicano dijo no tener intención de despedir al presidente del banco central, aunque volvió a resaltar la idea de recortar los tipos.
A nivel local, resaltó el retroceso anual de 1.1% en las ventas minoristas durante febrero. La cifra previa había mostrado un avance de 2.7%. La comparación mensual arrojó un ligero aumento de 0.2%.
El analista de Mercados Financieros en ATFX Latam, Felipe Mendoza, señaló que la desaceleración en el consumo es reflejo de una pérdida de impulso interno que podría repercutir en la inversión privada, generación de empleo y la recaudación tributaria.
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