El pasado 30 de octubre, la ministra Margarita Ríos Farjat anunció su retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), cargo que oficialmente debía concluir en el año 2034; con ese acto también renunció a su pensión como servidora del Alto Tribunal y canceló cualquier aspiración para participar en la elección extraordinaria del 1 de junio próximo.
Después de todo, siempre son las generaciones siguientes las que resienten el quehacer de las actuales y la ausencia cada vez mayor de empatía, solidaridad y educación cívica,
reprochó Ríos Farjat en la misiva enviada al Senado de la República.
Con el escrito, la ministra no solo cerró su efímera carrera como jueza constitucional. El texto canceló cualquier vínculo que –un día– la unió al movimiento del expresidente Andrés Manuel López Obrador, e incluso, cualquier aspiración a la administración pública federal.
Tampoco tuvo gran margen de maniobra.
Un año antes, López Obrador le calificó como una “traidora” y señaló como un “error” haberla promovido como ministra de la SCJN. El embate resultó una declaración de alienación entre ambos personajes, cuyas diferencias atravesaron el amor y el odio en un periodo de solo cinco años:
–O sea, hay quienes no tienen convicciones, no tienen principios– acusó el entonces mandatario durante la conferencia matutina del 20 de abril de 2023.
Ríos Farjat, operadora de AMLO
Durante la segunda década del siglo XXI, Margarita Ríos Farjat dedicó años a construir lazos y alianzas con el obradorismo. La desconocida abogada jugó un papel clave –principalmente entre las sombras– durante el ascenso del tabasqueño, cuya apuesta desembocó en la histórica victoria del 2 de julio de 2018. La alianza rindió frutos.
A Ríos Farjat: la posibilidad de encabezar el Servicio de Administración Tributaria (SAT) en diciembre de 2018, y solo un año después, su postulación y ratificación como jueza constitucional dentro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) tras la polémica renuncia de Eduardo Medina Mora.
A López Obrador: la paz e incluso la simpatía de la intelectualidad y el empresariado regiomontano, históricamente hostil a los planteamientos políticos que planteó a lo largo de su carrera política.
Los nexos
Pero, ¿cómo se juntó lo que –entonces– parecía representar el agua y el aceite?
- Según una nota de la periodista Peniley Ramírez, entre 2011 y noviembre de 2018, Ríos Farjat trabajó como abogada externa de Vector Casa de Bolsa, propiedad del empresario regiomontano Alfonso Romo; también se desempeñó como abogada de la Coalición Anticorrupción de Nuevo León, un conjunto de organismos de la sociedad aglutinados alrededor de la Universidad Metropolitana de Monterrey, propiedad de la familia Romo.
- Entre de 1997 a 2018, su esposo Gabriel Cavazos Villanueva trabajó como profesor y decano del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM); en dicha institución académica trabó amistad con José Antonio El Diablo Fernández, entonces presidente del consejo directivo de dicha universidad así como del consejo de administración de Fomento Económico Mexicano (Femsa).
Fuentes consultadas en EL CEO, refieren que tanto Ríos Farjat como Cavazos Villanueva, emplearon sus vínculos intelectuales-políticos para limar la animadversión que, entonces, sentía la sociedad regiomontana contra López Obrador. Particularmente, después de la primera derrota presidencial y las protestas por el escandaloso Plantón de Reforma.
Ríos Farjat, poesía al servicio del obradorismo
Antes del año 2018, Margarita Ríos Farjat se le conocía poco en los círculos judiciales, políticos e intelectuales del país; su esfera de influencia se limitó a Nuevo León. Si bien poseía nexos con el Poder Judicial de la Federación (PJF), su zigzagueante carrera arañó tierra firme en la academia, el litigio privado y la poesía.
Curiosamente fue a través de su desconocido paso por la poesía donde dibujó los contornos de su futura carrera política.
Aquello quedó plasmado en el poema “Patria” publicado el 24 de julio de 2015 en el periódico Regeneración, dirigido originalmente por Jesús Ramírez Cuevas. Dicho medio de comunicación le presentó como “poeta regiomontana”, autora de los libros Si las horas llegaran para quedarse (1995) y Cómo usar los ojos (2010).
Escribió:
Pero también sobre Reforma
el impasible paseo el cómodo trayecto de la mente en blanco
y del yo me lavo las manos que al fin y al cabo no trabajo en el gobierno
Sobre Reforma sí, sobre Reforma
sobre la patria que generaciones construyeron en silencio
por cada grano de arena
se van acumulando dos de pólvora.
En aquella alegoría, la también abogada defendió crípticamente el plantón de Paseo de la Reforma, instalado por López Obrador en el año 2006, y celebró la rebelión de las clases populares contra la corrupción de la clase política mexicana. Una narrativa que llevó a su protagonista a conquistar la presidencia de la República.
Pero fuera de eso había pocas cosas que permitieran vaticinar su brillante futuro dentro de la política nacional.
El perfil
Ríos Farjat se licenció como abogada por la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL, 1996), posee una maestra en derecho fiscal por la misma universidad (1998) y posee cursos de especialización impartidos por el Instituto de la Judicatura Federal (1998) y la Bolsa Mexicana de Valores (2003).
Aunque la mayor parte de su carrera la desempeñó en el “ejercicio profesional independiente”, como refiere el perfil de la SCJN, trabajó en el Juzgado Tercero de Distrito del Cuarto Circuito del PJF, primero como meritoria durante un año y posteriormente como actuaria judicial (de 1996 a 1999) asignada a la sección de amparos y procesos penales federales.
Origen es destino
El paso de Margarita Ríos Farjat dentro de la administración pública federal y su ascenso a la SCJN resultan inexplicables sin su cercanía con el propio Alfonso Romo y El Diablo Fernández. A su vez, la relación que ambos empresarios mantuvieron con el expresidente López Obrador, marcó la cadencia del ascenso y la caída de Ríos Farjat como servidora pública y ministra de la Corte.
Desde el año 2011, Romo se convirtió en operador político de López Obrador ante los empresarios, tanto en su segunda como tercera carrera a la presidencia de la República. Ello le valió en enero de 2017, convertirse en su coordinador del Proyecto de Nación 2018-2024, así como Coordinador de Estrategia y Enlace con Empresarios, Gobiernos y Sociedad Civil.
Mientras que, una vez conquistada la presidencia de la República, el gobierno de López Obrador lo nombró Jefe de Oficina de la Presidencia de la República así como presidente del Consejo Nacional para el Fomento a la Inversión, el Empleo y el Crecimiento Económico. Cargos que desempeñó hasta su abrupta salida del gobierno el 2 de diciembre de 2020.
Por su parte, El Diablo Fernández mantuvo una relación tensa con el ascenso y carrera política de López Obrador. No obstante, en la elección de 2018 firmó (informalmente) un impasse que permitió al tabasqueño hacerse con el poder y detener los supuestos ataques de los “traficantes de influencias”.
Aunque jamás aceptaron públicamente algún tipo de simpatía, en septiembre de 2019 ambos se reunieron en Palacio Nacional, frente a la intermediación de Carlos Salazar Lomelín, entonces presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE). Fernández Carbajal comentó que fue a saludar al mandatario y para conversar sobre “cómo ayudamos a México”.
El factor Romo
El 2 de diciembre de 2020, Alfonso Romo abandonó el cargo de Jefe de Oficina de la Presidencia de la República. Si bien López Obrador le pidió a Romo continuar encabezando, de manera honoraria, el Consejo Nacional para el Fomento a la Inversión, el Empleo y el Crecimiento Económico, el empresario perdió fuerza dentro del gobierno federal.
La salida de Romo al frente del gabinete obradorista, coincidió con el fallido proceso de reestructura del Poder Judicial de la Federación (PJF), encabezado por el ministro Arturo Zaldívar. Cuyo fracaso, catapultó la animadversión del presidente de la República hacia el PJF así como la polarización dentro del máximo tribunal constitucional.
Y ambos procesos definieron las posturas de Margarita Ríos Farjat que paulatinamente se alineó al bloque de ministros encabezado por Norma Lucía Piña, Mario Pardo Rebolledo, Javier Laynez, Luis María Aguilar, Juan Luis González Alcántara, Alberto Pérez Dayán y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.
Los proyectos sensibles
Particularmente, el sentido del voto de Ríos Farjat en dos proyectos sensibles a López Obrador, redefinieron su postura y la colocaron públicamente al lado de los “traidores”:
- El 5 de abril de 2022, Ríos Farjat votó en contra de declarar la constitucionalidad de la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), promovida por López Obrador para dar predominancia a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sobre la generación privada y el autoabasto; si bien el Alto Tribunal no resolvió declarar a la LIE inconstitucional, sí logró invalidar algunas de sus disposiciones y dividió la integración de la Corte, particularmente en la postura “mediadora” del entonces ministro Arturo Zaldívar.
- El 24 de noviembre de 2022, Ríos Farjat también votó en contra de ampliar de manera indiscriminada el catálogo de delitos acreedores de prisión preventiva; si bien defendió el contrabando llevado a cabo por grupos criminales no amerita prisión preventiva oficiosa, no fue así cuando se habló sobre defraudación fiscal y la venta de facturas. “Ya no es una persona sola que deliberadamente engaña para defraudar casi 9 millones de pesos, si no se organiza delincuencialmente con otros para quebrantar al fisco. Esto sí es delincuencia organizada”, dijo.
El factor Fernández
El 26 de julio de 2022, el portal Latinus publicó el reportaje “Los apoyos de la ministra Margarita Ríos Farjat”, en el que reveló dos supuestas investigaciones contra la ministra de la Suprema Corte:
- una de ellas, enfocada a su gestión en el el Servicio de Administración Tributaria entre 2018 y 2019;
- otra más, a una inacción para el cobro de impuestos a Femsa, empresa de José Antonio El Diablo Fernández.
En el reportaje se mencionó que Femsa obtuvo beneficios fiscales tras contratar al despacho jurídico Monarch Global Strategies, donde es asesor Cavazos Villanueva. Ríos Farjat justificó en su misiva que en 2019 se generaron estrategias para los grandes contribuyentes.
“En 2019 se eliminaron las condonaciones de impuestos, se logró la mayor transparencia fiscal, se implementó una estrategia frontal contra los factureros y se rediseñaron metodologías para incrementar la recaudación”, argumentó Ríos Farjat.
Cierto o no, ambas “investigaciones” mostraron el deterioro de la relación –que algún día– mantuvieron Ríos Farjat y el obradorismo, cuyo comienzo comenzó en octubre del 2011 cuando el entonces mandatario comenzó una campaña contra Femsa, por su supuesta omisión en el pago de energía eléctrica a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El odio
Durante su conferencia de prensa matutina del 20 de abril de 2023, López Obrador refirió que el senador Germán Martínez Cazares, así como los ministros Margarita Ríos Farjat y Juan Luis González Alcantara, eran gente que recomendó pero lo “traicionaron”.
La declaración surgió a pregunta expresa de un periodista, quien cuestionó al entonces presidente si había cometido algún “error” durante su carrera política.
Dijo:
Bueno, los que eran supuestamente de izquierda y están ya en las filas del conservadurismo, o los que eran de derecha y están vinculados con quienes antes militaban en la izquierda. Todo este contubernio, ¿no?, o toda esta promiscuidad política, donde no hay principios, no hay ideales, pero también no es para alarmarse.
Poco más de un año después, Ríos Farjat decidió renunciar a la SCJN.
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