Durante 2023, el aumento del uso de servicios en plataformas y redes sociales provocaron que el comercio electrónico creciera 2.6 veces más que toda la economía nacional.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el valor agregado bruto del comercio electrónico (VABCOEL) ascendió a 1.68 billones de pesos constantes.
Este monto representó un alza anual de 8.5% en términos reales, nivel superior a la tasa de 3.3 % que mostró la economía total de México. Además, de 2020 a 2023, el comercio electrónico conservó una variación por arriba del Producto Interno Bruto (PIB).
La economía digital se centra en la contribución que generan las tecnologías de información y comunicación a la economía. Lo anterior sucede por su propia evolución o por el surgimiento de negocios digitales (servicios gratuitos de correo electrónico y redes sociales) y el fenómeno creciente del comercio electrónico (compraventa en línea, que permite tener acceso a una mayor oferta de productos)
explica el INEGI.
Servicios impulsan comercio electrónico
El incremento de 8.5% del comercio electrónico, que si bien fue el menor nivel desde 2019 (-3.4%), mantiene tasas de crecimiento elevadas, las cuales comenzaron durante la pandemia.
Dentro del también llamado e-commerce, el mayor aumento anual se dio en el rubro de servicios que realizaron ventas por vía electrónica, distintas al comercio al por mayor y al por menor, con una tasa de 10.8%, siendo el cuarto año al hilo con tasas de doble dígito.
Este sector incluye todos los que se prestan en los servicios financieros y no financieros, así como los identificados en los diferentes sectores de actividad, como agropecuario y construcción.
Proporción del PIB
A precios corrientes, el VABCOEL se ubicó en 2.05 billones de pesos durante 2023, monto que representó una participación de 6.4% en el Producto Interno Bruto nacional.
Del valor agregado bruto que generó el comercio electrónico en 2023, 23.2% correspondió al comercio al por menor de bienes; 25.7%, al comercio al por mayor de bienes y 51.1%, al resto de los servicios.
En estos últimos, se incluyen los que se ofertaron por medios de transacción digitales de empresa a empresa (B2B) y de empresa al consumidor final (B2C). Se consideran actividades como alquiler de bienes inmuebles, hotelería, transporte, entre otros.
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