Durante el año pasado, México vivió una paradoja económica: la inversión pública logró máximos históricos, mientras la economía nacional mostró su peor desempeño desde la emergencia sanitaria de 2020.
La teoría económica manifiesta que la inversión del sector público promueve el crecimiento económico, pero en el caso del territorio mexicano, esto no se materializó. Según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la inversión física presupuestaria ascendió a 1.03 billones de pesos en 2024.
Dicho monto resultó histórico para el país, después de lo reportado en el año 2022, cuando el monto ascendió a 935,664 millones de pesos; además, significó un aumento anual de 11.4% en términos reales, tras una caída previa de 10.2%.
La inversión pública promueve el crecimiento económico, a través de la construcción de infraestructura, entre otros, elevar la productividad y la eficiencia de diferentes sectores y regiones; además, ayuda a la ‘vertebración’ del territorio y mejora la cohesión social
define el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Inversión en el último año fiscal de AMLO
El monto histórico de la inversión presupuestaria en 2024 derivó de la una mayor inyección de recursos para avanzar lo más posible en las obras del Tren Maya y del Corredor Interoceánico, siendo el último año fiscal de Andrés Manuel López Obrador como presidente de México.
De hecho, durante la gestión obradorista, la inversión física presupuestaria acumuló 4.77 billones de pesos, siendo el mayor monto para un periodo sexenal. Sus antecesores inmediatos registraron 4.24 billones de pesos con Enrique Peña Nieto y 3.19 billones con Felipe Calderón.
Para esta administración, se espera que la inversión pública logre un nuevo récord, ya que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo presentó el Plan México, un paquete ambicioso de proyectos que contempla inversiones por 277,000 millones de dólares.
Debilidad económica
Sin embargo, la inversión pública histórica en territorio mexicano registrada durante el año pasado, todavía no se refleja en el crecimiento económico del país.
De acuerdo con datos oportunos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), ajustados por estacionalidad, el Producto Interno Bruto (PIB) aumentó 1.3% a tasa anual en 2024.
Esta variación, además de continuar con una tendencia de desaceleración, representó el peor desempeño de la actividad económica nacional desde 2020 (-8.5%), año de crisis económica y de salud por la pandemia.
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