En las últimas semanas, los representantes del proyecto de Olinia realizan una ‘gira’ de trabajo específica: entablaron comunicaciones y visitan a las compañías mexicanas que tienen experiencia en la fabricación de autos eléctricos.
¿El objetivo? Conseguir tanto asesoría como relaciones estratégicas que les permitan concretar el ‘sueño’ de un vehículo electropropulsado mexicano, como planteó la presidenta Claudia Sheinbaum.
El pasado 23 de enero, Roberto Capuano Tripp, director de Olinia, hizo una visita a la fábrica de Zacua en Puebla, una marca mexicana de autos eléctricos, con experiencia en la manufactura y desarrollo de unidades, que también es parte de un conglomerado más grande llamado Motores Limpios, con 25 años de experiencia en el entorno de la electromovilidad.
Motores Limpios tiene un perfil específico: sabe tanto de aplicaciones de movilidad, como de desarrollo de estaciones de carga para autos eléctricos. Ellos se comprometieron a aportar su “granito de arena” en el proyecto y con la “transformación positiva del panorama de la movilidad”.
A la par, Capuano Tripp ha tenido acercamientos con empresas o emprendedores relacionados con la electromovilidad, con quienes buscan intercambiar la posibilidad de manufacturar proyectos a cambio de ideas y tecnología.
Todo parece indicar que, apartado de la colaboración con instituciones como el IPN, Conahcyt o TecNM, Olinia surgirá de una o varias alianzas con empresas mexicanas de autos eléctricos.
Cigarros ilegales ahogan a pequeños comercios en el norte
En este arranque de año, el avance del contrabando de cigarros en México se ha acrecentado en los estados del norte, como Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.
El Consejo para el Desarrollo del Comercio en Pequeño y la Empresa Familiar (ConComercioPequeño SC) compartió a este espacio que cada vez es más común ver a bandas criminales extorsionar a pequeños comercios para obligarlos a vender cigarrillos ilegales.
Para poner en perspectiva, nueve de cada 10 tiendas tradicionales en estas entidades están bajo la presión de grupos delincuenciales.
La venta de marcas ilegales favoritas son Denver, Marble y Blue River, con precios que oscilan entre 20 y 37 pesos por cajetilla, comparados con los 86 pesos de los cigarrillos legales.
La diferencia de precio, en gran parte debido a la carga fiscal, no solo facilita el acceso de menores de edad a productos altamente peligrosos, sino que también despoja al país de millonarios recursos fiscales.
El presidente de ConComercioPequeño, Gerardo Cleto López Becerra, ha puesto el dedo en la llaga al señalar que este corredor del norte se ha convertido en un caldo de cultivo para la extorsión, el cobro de piso y la violencia. Lo más preocupante es que los pequeños comerciantes, ante la disyuntiva de colaborar o arriesgar su vida y patrimonio, se ven forzados a ser parte de una cadena que alimenta el negocio ilícito.
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