Después de 25 años de negociaciones, el Mercosur y la Unión Europea (UE) alcanzaron un postergado acuerdo comercial; dicho pacto firmado este 6 de diciembre, en la ciudad de Montevideo, Uruguay, todavía enfrenta una larga batalla por su aprobación, ya que Francia se opone a ratificarlo.
El presidente argentino Javier Milei, quien esta mañana asumió la presidencia del Mercosur de manos del mandatario uruguayo, Javier Lacalle Pou, aprovechó la ocasión para arremeter contra la falta de apertura económica, así como exhibir sus diferencias con su par brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva:
Mientras vecinos como Chile y Perú se abrieron al mundo y celebraron acuerdos comerciales con los protagonistas del comercio global, nosotros nos encerramos en nuestra propia pecera, tardando más de 20 años en cerrar un acuerdo que hoy celebramos… No podemos dejar pasar las oportunidades comerciales,
dijo.
De concretarse el acuerdo entre la UE y el Mercosur –bloque conformado por Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia— abarcaría a más de 700 millones de personas y representaría casi el 25% del Producto Interno Bruto (PIB) a nivel mundial, destacó un cable de la agencia AP.
Líderes celebran alianza Mercosur y UE
Aunque el acuerdo entre el Mercosur y la UE fue celebrado por la mayoría de los líderes reunidos en Montevideo, entre ellos, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, que lo calificó como un “hito verdaderamente histórico”, el gobierno francés cuestionó su impacto y sus términos.
“El proyecto de acuerdo entre la UE y Mercosur es inaceptable en su forma actual. Continuaremos defendiendo incansablemente nuestra soberanía agrícola”, destacó el gobierno encabezado por Emmanuel Macron.
Por su parte, Olaf Scholz, primer canciller de Alemania, destacó la naturaleza del “acuerdo político” con los países de América Latina, después de dos décadas de obstáculos ideológicos que impidieron su realización. “Se ha superado un obstáculo importante al acuerdo”, dijo.
Pedro Sánchez, presidente del gobierno español, aseguró que la “apertura comercial con nuestros amigos” sudamericanos y la UE, hará más “prósperos” y “resilientes” a todos los países participantes, frente a las amenazas mundiales a las cadenas comerciales.
Por último, Lacalle Pou, anfitrión de la reunión multilateral, expuso que la alianza “no es una solución, sino una oportunidad… Para los países más pequeños del Mercosur es muy importante que el mundo se abra a nosotros”.
Con información de Reuters y AP
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