Durante los últimos tres años, las ciudades del sur-sureste del país mostraron un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) mayor al de las urbes ubicadas en la región de la frontera norte de México.
Una de las razones de este comportamiento es la apuesta del expresidente Andrés Manuel López Obrador por cerrar la brecha del sureste con el resto del territorio nacional, a través de grandes proyectos de infraestructura.
De un total de 66 ciudades evaluadas en el Índice de Competitividad Urbana (ICU) 2024, Villahermosa (capital de Tabasco) obtuvo el mayor crecimiento del PIB en los últimos tres años, con una tasa promedio anual de 13.3%.
Tabasco albergó uno de los grandes proyectos de la administración federal pasada: la refinería de Dos Bocas, cuyo impacto positivo en la industria de la construcción permeó a las urbes de la periferia.
Concentración en Quintana Roo
En segunda posición de crecimiento económico se dio un empate entre tres ciudades ubicadas en Quintana Roo, con un crecimiento del PIB de 9.8%: Cancún, Playa del Carmen y Chetumal.
Dichas ciudades se distinguen por ser destinos turísticos —particularmente Cancún y Playa del Carmen— con los flujos de visitantes y niveles de ocupación hotelera más importantes del país.
En el caso de Chetumal, gran parte de su fortaleza económica proviene de ser una zona libre y de la apuesta del gobierno local por impulsar el sector fabril-exportador, mediante el Parque Industrial con Recinto Fiscalizado Estratégico.
No obstante, en los últimos años el mayor detonante en estas ciudades fue la construcción del Tren Maya, la joya de la corona de la gestión de Andrés Manuel López Obrador, ya que las tres forman parte de las rutas de la obra ferroviaria.
Oaxaca, perseguidor cercano
A las urbes referidas le siguió Oaxaca con un aumento promedio anual de su PIB de 8.9% en los últimos tres años. Esta ciudad, junto a municipios del estado de Veracruz, forma parte del proyecto del Corredor Interoceánico y sus polos de desarrollo.
Los resultados de la actividad económica municipal muestran que la apuesta por el sur-sureste dio sus primeros bríos, incluso tendiendo un mayor dinamismo que la frontera norte y que el Bajío.
Estas regiones se caracterizaban por ser los pilares económicos de México, debido particularmente a su vocación manufacturera y, en el caso fronterizo, a su relación intrínseca con ciudades de Estados Unidos (economías binacionales).
Campeche, la excepción en crecimiento del PIB
Según información del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), de las 66 ciudades consideradas en el ICU, sólo Campeche presentó una caída promedio anual de su PIB (0.4%).
Campeche no se vio favorecido por alguna obra magna que detonara su vocación petrolera; únicamente se consideró en el trazo del Tren Maya, aunque la construcción de este proyecto no se reflejó en su actividad económica.
En tanto, las ciudades con el menor crecimiento económico fueron: Tampico, Reynosa, Matamoros, Nuevo Laredo, Ciudad Victoria, Zacatecas-Guadalupe, Colima-Villa de Álvarez y Tecomán, con una tasa inferior a 2.2%.
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