El invertir en deportes está captando la atención de inversionistas institucionales, family offices y capital privado como nunca antes, entre las razones están la expansión del mercado, la evolución en el consumo de contenido deportivo y el creciente valor de los derechos de transmisión.
Para el director de banca de inversión deportiva de Goldman Sachs para EMEA, Elis Jones, los deportes son una inversión única debido a su mercado potencial, que se estima en poco menos de 8,000 millones de personas.
Durante un podcast de la institución financiera, esta actividad es un pilar muy importante de la sociedad que se hizo más evidente durante la pandemia, no solo por la imposibilidad de verlos deportes, sino también de participar en ellos.
Invertir en deportes: un mercado global y resiliente
Esta característica no cíclica del deporte lo hace atractivo para los inversores institucionales, quienes buscan diversificar sus portafolios con activos que mantengan su valor, incluso en tiempos de crisis.
El director de inversiones de Goldman Sachs, Dave Dase, explicó que “históricamente, estos rendimientos han estado muy poco correlacionados con otros rendimientos del mercado, lo que resulta atractivo”.
Además, los activos deportivos son vistos como inversiones de muy largo plazo. La codirectora global de banca de inversión deportiva del banco, Nicole Pullen Ross, destacó que son activos a largo plazo, hasta un siglo.
Se trata de activos de duración muy larga. Son activos a 25, 50, 75 o 100 años, por lo que gran parte de este capital institucional o de family office, o francamente, de riqueza soberana o de seguros, tiene un plazo muy, muy largo. Por lo tanto, hay una alineación de intereses allí,
expuso Nicole Pullen.
Una moneda emocional
Pero los inversores institucionales también están adoptando un enfoque diferente al de invertir en deportes que en activos financieros, Josh Harris, cofundador del gigante de capital privado Apollo, aseguró que la moneda del capital privado es el EBITDA, el precio de las acciones y la creación de valor, pero “la moneda del deporte es crear recuerdos y campeonatos”,
“Se trata de tener un gran estadio, ofrecer una experiencia de primera clase para los aficionados e interactuar con las ciudades de una manera positiva. Hay que estar en esto por las razones correctas. Me considero un defensor de estas ciudades. Hay que estar totalmente involucrado e invertir para ganar, para los jugadores, para los aficionados y para la ciudad”, expuso.
Harris enfatizó que los inversores deben estar comprometidos con los valores y la cultura de los equipos en los que invierten: “Hay que estar totalmente involucrado e invertir para ganar, para los jugadores, para los aficionados y para la ciudad”.
Tecnología y nuevos modelos de consumo
El cambio en la forma en que los aficionados consumen deportes también está impulsando la transformación de la industria, las plataformas de streaming han llevado el contenido deportivo a audiencias más amplias, permitiendo que los aficionados lo consuman dónde y cuándo quieran.
Según Dase, esto ha generado nuevas oportunidades: “Las marcas y los anunciantes están desesperados por encontrar estas audiencias agregadas, y están pagando cada vez más por ello”.
Las ligas también están innovando para mantener el interés de los fanáticos, además que tienen que hacer el producto más interesante, incluso, si pueden incluir más drama o elementos de sorpresa en un período más corto, eso ayuda a atraer audiencia.
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