Había, al menos, tres proyectos de inversión prometidos a México en el terreno automotor a través del arribo de armadoras de automóviles a diversos puntos del país. Algunas de ellas, como Tesla, plantearon esperar a conocer los resultados de las elecciones en Estados Unidos —ahora ganadas por Donald Trump— otras, no lo dijeron explícitamente, pero sostuvieron horizontes posteriores a las elecciones para dar a conocer sus decisiones.
Tesla, la empresa de Elon Musk, abiertamente expuso que pausarían el proyecto hasta conocer la perspectiva de Donald Trump sobre los aranceles a vehículos. BYD indicó que sostiene su decisión de edificar una planta, pero posterga continuamente el anuncio. GWM, otro de los chinos, dijo que decidirá dónde construir a principios del próximo año.
Estas dos últimas compañías fueron convocadas —y anunciadas con bombo y platillo— al Investment Day México-China en el Senado de la República, la semana pasada. Aunque ninguna de las dos envió ponentes al evento, quizás como una muestra de que siguen ‘pensando’ las siguientes jugadas.
Por su parte, las asociaciones de la industria automotriz —INA, AMIA y AMDA— pidieron mantener la calma y esperar a ver qué parte de las políticas del republicano se materializan. Además, reiteran que lo mejor será evitar controversias hasta ver cuáles serán las afectaciones reales a la industria, en caso de que los aranceles se hagan realidad.
Mientras tanto, los expertos en comercio internacional se tensan con la presentación de los miembros del gabinete de Donald Trump. Según dicen, los miembros más moderados parecen quedarse fuera, mientras los radicalizados se unen al gobierno del próximo cuatrienio.
Grupo aeroportuarios, en aprietos
Quienes tampoco están pasando por un buen momento son los principales grupos aeroportuarios del país, quienes experimentaron un retroceso en el volumen de pasajeros en octubre. Según dos de las aerolíneas insignia del país, Viva y Volaris, estos serán los peores meses para las revisiones de motores de Pratt & Whitney que tienen aeronaves en tierra.
OMA ve presiones en las operaciones de Viva, con contratos de arrendamiento húmedo a punto de terminar. Mientras Asur reportó una caída de doble dígito en los pasajeros del aeropuerto de Cancún. Ambas emisoras reciben recomendación de venta por parte de varias casas de bolsa.
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