La Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) está en desacuerdo, por ahora, con la prohibición total del maíz transgénico, al señalar que no existe evidencia científica concluyente que justifique dicha medida. Esto como respuesta al plan presentado por Claudia Sheinbaum Pardo durante su toma de protesta como presidenta de México. 

La exjefa de Gobierno de la Ciudad de México reafirmó su postura en contra de la siembra de maíz transgénico e indicó que su administración continuará la política heredada del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

No permitiremos la siembra de maíz transgénico. Seremos autosuficientes, no sólo en maíz blanco, sino también en frijol y otros cultivos

indicó el pasado 1 de octubre.

La presidenta explicó que la soberanía alimentaria será el eje central de su política agrícola, garantizando la producción de maíz blanco libre de transgénicos, desde su cultivo hasta el consumo final. 

Además, mencionó su objetivo de establecer un acuerdo entre productores de maíz y fabricantes de tortilla para asegurar “un precio justo en el mercado”.

Al respecto, el presidente del sector agroindustrial de Canacintra, Sergio Sosa, criticó la contradicción en la política pública sobre transgénicos. 

Según Sosa, mientras México busca prohibir la producción local de maíz transgénico, continúa importando granos modificados genéticamente desde el extranjero, lo que coloca a los productores nacionales en una situación de desventaja. 

No tiene sentido evitar la producción de semillas transgénicas en el país si, al mismo tiempo, estamos importando granos que provienen de esas mismas semillas

comentó Sosa.

El industrial destaca que de mantenerse la prohibición, el gobierno debe ofrecer alternativas viables para los agricultores, incluyendo acceso a créditos, apoyos y tecnología, para que puedan competir en igualdad de condiciones. 

La falta de estas alternativas, advierte Sosa, puede poner en riesgo la producción nacional, obligando al país a depender cada vez más de las importaciones.

El peligro de prohibir el maíz transgénico

Sosa también comparó la situación del maíz transgénico con la de los fertilizantes, insecticidas y pesticidas, en los que se han impuesto prohibiciones sin una estrategia clara para sustituirlos. 

México necesita avanzar hacia una agricultura sostenible, pero esto solo será posible si se fomenta el desarrollo de productos y soluciones agrícolas que permitan a los productores ser autosuficientes

añadió.

Por su parte, Esperanza Ortega, presidenta de Canacintra, hizo un llamado a las autoridades para que el organismo sea considerado en las mesas de diálogo y consulta, junto a otros actores relevantes del sector primario.

“Hacemos el llamado a las autoridades federales para que se nos pueda tomar en cuenta como órgano de consulta. Si bien participa el Consejo Nacional Agropecuario y todos los demás organismos, nosotros también tenemos especialistas en la materia que pueden coadyuvar en el esfuerzo para llegar a buen puerto”, comentó. 

Apoyo a la creación de una empresa de semillas

En relación con la iniciativa de Sheinbaum de crear una empresa estatal dedicada a la producción de semillas, Canacintra expresó su apoyo, aunque con reservas. 

Sergio Sosa recordó que si bien este tipo de políticas ya se han implementado en el pasado, como durante el gobierno de Lázaro Cárdenas, es necesario evitar la corrupción que “históricamente” ha afectado a estos proyectos.

“Tuvieron un éxito, pero la parte donde no tuvieron un éxito fue en la corrupción, pero aquellas semillas mejoradas permitieron la evolución positiva de la producción sobre todo con maíz, frijol, trigo”, comentó.

El empresario insistió en que la clave del éxito de la propuesta de Sheinbaum radica en asegurar una distribución justa y equitativa de las semillas, evitando los errores del pasado y garantizando que los beneficios lleguen directamente a los pequeños productores.

“En el pasado se producía con recursos públicos y en lugar de llegar a los productores de menores ingresos, llegaban a los grandes. Se vendía la semilla mejorada a través de los mismos coyotes”, comentó.

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