Si no fuera por los constantes apoyos financieros brindados por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), Petróleos Mexicanos (Pemex) estaría en una situación crítica, según la calificadora Moody’s. Sin estos respaldos, la petrolera tendría una calificación basura de ‘Ca’, con “un alarmante riesgo de impago superior al 80%”.
Esta realidad complica el panorama para Claudia Sheinbaum Pardo, quien asumiría la presidencia con las manos atadas respecto a la posibilidad de reducir el apoyo a Pemex, ya que hacerlo implicaría una degradación en la calificación crediticia de la empresa.
“Una calificación de ‘Ca’ es de las más bajas en nuestra escala, lo que significa que la probabilidad de incumplimiento supera el 80%, con una elevada posibilidad de pérdida para los inversionistas”, advirtió Roxana Muñoz, vicepresidenta y analista senior de Moody’s, durante el evento Moody’s Inside LatAm: México 2024.
Actualmente, Pemex cuenta con una calificación de ‘B3’ (en la escala del soberano de México), lo que representa un riesgo de impago del 5%. Aunque esta evaluación también es especulativa y está seis niveles por debajo del grado de inversión, la diferencia frente a una calificación de ‘Ca’ es considerable.
Muñoz explicó que la revisión de la nota de Pemex se llevará a cabo poco después de la calificación soberana de México, prevista para el último trimestre de 2024, tras la entrega del Paquete Económico 2025.
No obstante, el gran reto es la incertidumbre que genera la falta de un plan claro de rescate para Pemex. La empresa necesita un estimado de 20,000 millones de dólares en apoyos gubernamentales a partir de 2026, debido a su frágil situación financiera.
“Todavía hay mucha incertidumbre sobre lo que hará la siguiente administración. Seguramente habrá una reestructuración de la deuda de Pemex”, afirmó la analista.
La complicada situación financiera de la petrolera también arroja dudas sobre la reciente designación de Víctor Rodríguez Padilla como su próximo director.
“Aún es pronto para evaluar si esta elección será favorable o no para la empresa”.
Sexenio de López Obrador, con más desafíos que soluciones a la vista
Muñoz subrayó que AMLO dejo diferentes pendientes para Pemex, como las refinerías que continúan generando pérdidas.
También las presiones fiscales sobre la empresa se han incrementado, sin que se vislumbre una mejora a corto plazo. Además, los accidentes en plantas y el creciente gasto en pensiones y jubilaciones agravan aún más la frágil situación de la empresa.
Durante la administración de López Obrador, los apoyos a Pemex han promediado cerca de 9,000 millones de dólares anuales, una cifra que podría incrementarse en los próximos años si no se implementan “medidas estructurales contundentes”.
(Esta historia se actualizó a las 16:04 horas, se añadió la ilustración de la escala de calificaciones).
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