Durante el segundo semestre del presente año, la demanda global de México, que comprende el consumo de los hogares, el gasto del gobierno, la inversión y las exportaciones, se contrajo.
De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y geografía (INEGI), el valor de la demanda global ascendió a 36.8 billones de pesos en el periodo abril-junio de 2024.
Este monto significó, tras medio año con alzas al hilo, una caída trimestral de 0.44%, siendo el peor resultado desde igual lapso de 2020 (-20.73%), cuando la economía del país se desplomó por la pandemia.
Esta disminución provino de los descensos registrados en consumo privado, de 0.55%, y en exportaciones de bienes y servicios, de 0.20%; los aumentos se dieron en consumo de gobierno (0.77%) y en formación bruta de capital fijo (0.43%).
Primera baja en la demanda en cuatro años
La disminución trimestral de 0.55% del consumo privado, que comprende el valor de las compras de bienes y de servicios que hacen las unidades familiares y las instituciones privadas sin fines de lucro que sirven a los hogares, fue la primera en cuatro años.
De acuerdo con el INEGI, el consumo privado corresponde a las compras tanto en el mercado interno como externo, incluye las remuneraciones en especie que reciben las personas, la producción de artículos para el autoconsumo y el valor de las viviendas.
Estos conceptos también se comprenden en la producción. Las compras de tierra y de edificaciones para vivienda se excluyen de estos gastos
explica el INEGI.
Las elevadas tasas de inflación y de interés, que merman el poder adquisitivo de los hogares, son la principal limitante del consumo, cuyos motores (bajo desempleo, remesas e incremento en el ingreso real) no han sido suficientes.
Caen ventas al exterior
El otro desplome de la demanda global en México se observó en las exportaciones de bienes y servicios durante el segundo trimestre del año en curso, de 0.20%, después de dos ascensos consecutivos.
Por su parte, el mayor aumento fue en el consumo de gobierno, que comprende el gasto corriente total del gobierno en todos sus niveles institucionales (más el de Ciudad de México y las instituciones de seguridad social), de 0.77%, consiguiendo un año y medio con variaciones positivas.
En tanto, la formación bruta de capital fijo, que incluye la compra de bienes que los productores realizan para incrementar sus activos fijos, además de los gastos en mejoras o reformas que prolonguen la vida útil o la productividad del bien, creció 0.43%, el mejor resultado en tres trimestres.
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