El veterano aeroespacial Robert “Kelly” Ortberg tomó el puesto como el nuevo CEO de Boeing, con la meta de restaurar la reputación de la compañía aérea tras los diversos accidentes que han sufrido sus aviones.

Este gran objetivo implicará miles de decisiones diarias que determinarán si el fabricante de aviones puede recuperar la confianza de los reguladores, las aerolíneas y el público; poner fin a los defectos de producción; entregar aviones a tiempo y de manera consistente a clientes y dejar de quemar efectivo.

El gasto de efectivo asciende a unos 8,000 millones de dólares en lo que va del año y sigue aumentando. Mientras tanto, las acciones de Boeing han caído un 37% en lo que va de 2024.

La actividad del primer día de Ortberg consiste en recorrer la fábrica de la compañía en Renton, Washington, donde se construye el exitoso pero problemático 737 Max. Tiene previsto hablar con los empleados y revisar los planes de seguridad y calidad.

No puedo expresarles lo orgulloso y emocionado que estoy de ser integrante del equipo de Boeing. Si bien es evidente que tenemos mucho trabajo por hacer para restablecer la confianza, confío en que trabajando juntos, lograremos que la empresa vuelva a ser líder

dijo Kelly.

Los problemas de Boeing

Los analistas del sector se muestran cautelosamente optimistas y describen a Ortberg como un buen oyente con formación en ingeniería y, lo más importante, es que no pertenece a Boeing.

Este tipo tiene una reputación fantástica y un nivel de experiencia en la industria. Tiene fama de escuchar y de dejar que la gente se resista

dijo Richard Aboulafia, director ejecutivo de AeroDynamic Advisory.

Esas habilidades serán clave a medida que la compañía intenta estabilizar su producción y eliminar fallas de fabricación. Mientras que la empresa dijo en una audiencia de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) de Estados Unidos que está trabajando en una solución de diseño para que la explosión casi catastrófica de una puerta nunca vuelva a suceder.

Pero Kelly tendrá que abordar problemas no sólo en el negocio de aviones comerciales —incluida la retrasada certificación de los modelos 737 y 777—, sino también en su unidad de defensa, que enfrenta problemas con dos 747 que servirán como el próximo Air Force One, pero llevan años de retraso.

Además, tendrá que lidiar con la falla de la cápsula Starliner de Boeing, que se lanzó a principios de junio y ha hecho que la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) debata si utilizar en su lugar a SpaceX para traer de regreso a los astronautas desde la Estación Espacial Internacional.

Seré transparente con ustedes en cada paso del proceso, compartiendo noticias sobre el progreso y también sobre dónde debemos hacer las cosas mejor

dijo Ortberg.

Robert Ortberg parte de la restructuración

La semana pasada el fabricante de aviones anunció pérdidas en el segundo trimestre del año y anunció que Robert Ortberg sucedería a Dave Calhoun, quien había dicho en marzo que renunciaría a fin de año.

Eso fue parte de una reestructuración ejecutiva más amplia después de la explosión del tapón de la puerta. Ortberg tendrá su base en el área de Seattle, lo que le permitirá seguir de cerca donde se basa la mayor parte de la producción de aviones comerciales.

Al hablar con nuestros clientes y socios de la industria antes de hoy, puedo decirles que, sin excepción, todos quieren que triunfemos. En muchos casos necesitan que triunfemos. Esta es una gran base sobre la que podemos construir

dijo Robert Ortber en su nota del primer día a los empleados.

Con información de CNBC

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