Desde que Claudia Sheinbaum Pardo ganó las elecciones, su propuesta de plan de infraestructura ganó notoriedad. El proyecto se enfoca en la construcción de nuevas líneas férreas y en la creación de polos de desarrollo regional.
Sin embargo, tanto especialistas como empresarios, consultados por EL CEO, señalaron que existen algunos retos que podrían afectar la viabilidad de la iniciativa. Entre ellos se encuentran: la presión sobre las finanzas públicas, la falta de experiencia técnica en la administración de proyectos complejos, y la ausencia de análisis técnicos rigurosos que respalden la ejecución de los proyectos.
Estos son los proyectos de Claudia Sheinbaum
De acuerdo con el documento “100 Propuestas para el Bienestar y la Transformación de México” de la virtual presidenta electa, los proyectos de infraestructura buscan impulsar el desarrollo económico y social del país.
Uno de los ejes centrales del plan de infraestructura de Claudia Sheinbaum es la expansión y modernización de la red ferroviaria. Se propone la construcción de nuevos trenes de pasajeros y de carga que mejoren la conectividad entre diferentes regiones del país.
Este esfuerzo incluye el desarrollo de trenes de alta velocidad que conecten ciudades clave, “facilitando el transporte eficiente y sostenible”. Además, se prevé la rehabilitación de vías ferroviarias existentes para optimizar su uso y aumentar la capacidad de transporte.
Sobre este punto, Claudia Sheinbaum detalló en conferencias “las tres primeras rutas de tren de pasajeros que se construirán durante su administración. Estas son: el Tren AIFA-Pachuca, el Tren México-Querétaro-Guadalajara y el Tren México-San Luis Potosí-Monterrey-Nuevo Laredo“.
Polos de desarrollo
Al mismo “nivel de importancia del proyecto de trenes”, según la científica se plantea la creación de polos de desarrollo regional que se distribuyen estratégicamente por todo el país; tienen como objetivo fomentar el crecimiento económico en áreas con potencial, pero que han sido históricamente desatendidas.
La iniciativa busca atraer inversiones y generar empleo local, contribuyendo al equilibrio económico entre las diferentes regiones de México. Se espera que estos polos se conviertan en centros de innovación y producción, promoviendo el desarrollo sostenible y la reducción de desigualdades regionales.
El plan de Sheinbaum también incluye, sin detallar montos de inversiones ni procesos de ejecución, desarrollar infraestructura energética. Por ejemplo, se propone la expansión de la capacidad de generación de energía solar y eólica, así como la modernización de la red de transmisión y distribución eléctrica.
Además de reducir la dependencia a combustibles fósiles, esta iniciativa busca garantizar un suministro eléctrico más limpio y eficiente para satisfacer la creciente demanda de energía en el país.
Infraestructura hídrica
Otro aspecto crucial del plan de Sheinbaum es la mejora de la infraestructura hídrica. Se proponen proyectos para la construcción y rehabilitación de sistemas de abastecimiento de agua potable, así como la modernización de las plantas de tratamiento de aguas residuales.
“Estas acciones son vitales para asegurar el acceso a agua de calidad para todos los mexicanos y para enfrentar los retos derivados del cambio climático, como las sequías y las inundaciones”.
El plan también contempla importantes inversiones en infraestructura de salud y educación. Se propone la construcción de nuevos hospitales y centros de salud en zonas rurales y urbanas con alta demanda de servicios médicos.
Asimismo, se prevé la edificación de nuevas escuelas y la rehabilitación de las existentes, con el objetivo de mejorar las condiciones de aprendizaje y garantizar el acceso a una educación de calidad para todos los niños y jóvenes del país.
Principales retos para Claudia Sheinbaum
El Coordinador del área de Finanzas Públicas en el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Diego Díaz, explicó a EL CEO que los planes de infraestructura tienen como principal desafío la restricción financiera.
Con una consolidación fiscal propuesta del 3.5% para el próximo año, las finanzas públicas están bajo presión, dijo. Esto implica que, en ausencia de una reforma fiscal sustancial, los recursos disponibles para inversión en infraestructura serán limitados, al menos durante el primer año de la administración de Sheinbaum.
Díaz enfatizó en la importancia de una planificación adecuada para evitar que los proyectos se conviertan en elefantes blancos, es decir, infraestructuras subutilizadas y costosas.
Indica que en el actual sexenio se han construido infraestructuras sin los análisis técnicos necesarios, lo que ha resultado en sobrecostos y retrasos significativos, como se ha visto con el Tren México-Toluca y el Tren Maya.
Participación del sector privado e inversiones
Una de las recomendaciones de Díaz es incluir de manera más activa al sector privado en el desarrollo de estos proyectos.
Argumenta que el sector privado no solo tiene la capacidad financiera para invertir en infraestructura, sino que también posee la experiencia técnica necesaria para asegurar la calidad y eficiencia de las obras. La colaboración público-privada podría aliviar la presión sobre las finanzas públicas y mejorar la ejecución de los proyectos.
La transparencia preocupa
Un aspecto crítico mencionado por Díaz es la necesidad de transparencia y rendición de cuentas en los proyectos de infraestructura.
En el sexenio actual, muchos proyectos han sido clasificados bajo el argumento de seguridad nacional, lo que ha limitado el acceso a información crucial sobre costos y avances. Díaz aboga por evitar esta práctica y asegura que la transparencia es fundamental para el uso adecuado de los recursos públicos.
Sheinbaum propuso la creación de 13 nuevos polos de desarrollo, adicionales a los 10 que se están construyendo en el Istmo de Tehuantepec. Díaz considera esta propuesta “ambiciosa”, pero insiste “en la necesidad de conocer los argumentos técnicos y la planificación detrás de este número y su distribución geográfica”.
Sin una justificación clara y detallada, existe el riesgo de que estos proyectos no cumplan con sus objetivos de desarrollo económico y social
comentó el especialista del IMCO.
Destacó la importancia de invertir en infraestructura energética, especialmente en transmisión y distribución. “Es crucial para integrar más energías renovables al sistema eléctrico nacional y para apoyar el crecimiento económico en el contexto del nearshoring”.
La capacidad para ofrecer energía más barata y limpia es fundamental para atraer inversiones y desarrollar industrias.
Constructores preocupados
La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) también dio a conocer sus preocupaciones sobre los proyectos de infraestructura propuestos por Claudia Sheinbaum Pardo.
Según la CMIC, los recursos públicos disponibles son “insuficientes” para cubrir las necesidades actuales de inversión en infraestructura, y destacó la necesidad de buscar mecanismos alternativos de financiamiento, como concesiones y fiduciarias. La experiencia de otros países latinoamericanos, donde hasta el 95% de la inversión en infraestructura es manejada por la iniciativa privada, fue citada como un modelo a seguir.
Respecto a los proyectos ferroviarios propuestos por Sheinbaum, la CMIC recibió la idea con cautela. Aunque los trenes de pasajeros y carga son bienvenidos, se enfatizó la importancia de realizar estudios detallados para determinar las áreas de mayor potencial.
La cámara advirtió que los proyectos no deben limitarse a fines turísticos, sino que también deben tener un enfoque productivo para maximizar su impacto económico.
Preocupa que Sheinbaum mantenga la participación del ejército
La participación del ejército en la construcción de infraestructura también le preocupa a la CMIC. No están completamente cómodos con esta situación, aunque están dispuestos “a colaborar estrechamente con el nuevo gobierno para abordar estos desafíos”,
La situación de la red carretera federal fue otro punto crítico. La CMIC indicó “que alrededor del 60% de la red carretera federal no está en condiciones óptimas, afectando el tránsito y la seguridad vial”.
“La falta de inversión y mantenimiento ha contribuido a esta problemática, y se mencionó que el promedio de inversión en infraestructura por parte de los estados es inferior al 3% de sus presupuestos, limitando la capacidad de los estados para abordar las necesidades de infraestructura”, dijo el presidente del organismo, Luis Méndez Jaled.
La CMIC también hizo un llamado a mayor transparencia en los procesos de licitación y ejecución de proyectos.
Abogó por una normativa más clara y transparente para las asociaciones público-privadas, así como una mayor participación de la iniciativa privada en la inversión y ejecución de obras.
“La colaboración entre el gobierno y el sector privado es esencial para superar las limitaciones financieras y mejorar la calidad de los proyectos”, detalló el organismo en un análisis sobre el plan de infraestructura de Sheinbaum Pardo.
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