A pesar de que Morena y Claudia Sheinbaum Pardo tendrán mayorías en el Congreso, Goldman Sachs consideró que el camino hacia delante del próximo gobierno podría estar lleno de baches, no solo por las implicaciones del ‘Plan C’, también por la situación fiscal del país.

De acuerdo con la institución financiera, es probable que la situación fiscal durante la presidencia de Sheinbaum Pardo sea más desafiante, debido al aumento de los costos de las pensiones y programas sociales.

Además, por el hecho de que Andrés Manuel López Obrador agotó los fondos anticíclicos existentes y profundizó la dependencia de Petróleos Mexicanos (Pemex) a las transferencias presupuestarias por parte del gobierno federal.

“El camino por delante puede estar lleno de baches a pesar del poder absoluto. Más allá de las preocupaciones y riesgos relacionados con los proyectos de reforma constitucional, existen otros riesgos” aseguró Goldman Sachs.

¿Sheinbaum aumentará los impuestos?

Para Goldman Sachs, tras la gran expansión del gasto en el ejercicio fiscal de 2024, la próxima administración se verá obligada a consolidar las finanzas públicas en 2025. 

Sin embargo, la institución financiera cree que la promesa de ingresos significativamente mayores a través de la eficiencia en el cumplimiento tributario, parece demasiado optimista.

“Sheinbaum prometió no buscar una reforma fiscal (aumentos de impuestos), es posible que en última instancia tenga que aceptar aumentos de impuestos en algún momento durante su mandato, y potencialmente también revisar la costosa transferencia recurrente de fondos a Pemex”.

Pemex y Claudia Sheinbaum 

Para la firma, al igual que López Obrador, la próxima presidenta parece tener una visión del mundo nacionalista y favorecer una combinación de políticas que continúen validando un sector público activo e intervencionista, tanto directa como indirectamente a través de empresas estatales.

Goldman Sachs consideró que este enfoque puede limitar la tan necesaria inversión nacional y extranjera, también podría conducir a una mala asignación de recursos en la economía que, con el tiempo erosionaría la eficiencia macroeconómica y el crecimiento de la productividad.

En los sectores críticos del petróleo, el gas y la energía, precisó, se espera que continúe el nacionalismo de los recursos, a través de regulaciones y apoyo financiero que continúen dando a las empresas estatales una posición de mercado privilegiada y protegida en sus sectores, como Pemex y CFE.

“Sin embargo, una administración de Sheinbaum puede en última instancia adoptar un enfoque más pragmático y tecnocrático que la administración saliente, con el fin de atraer inversión privada, impulsar las fuentes de suministro de energía renovable y acelerar la hasta ahora azarosa y reticente transición hacia una economía más verde y baja en carbono”.

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