Previamente se comentó la relevancia que en este sexenio tuvo Barclays como banco de inversión del Gobierno Federal, y que quiere darle continuidad a la relación con la nueva administración, con la que se adelantaron con el diseño y promoción de un esquema para tratar de disminuir la fuerte presión de Pemex en las finanzas públicas y la opción de que el gobierno absorba hasta 40,000 millones de dólares de la abultada deuda de Pemex.
Por eso no es casualidad que Barclays realice hoy una conferencia telefónica de acceso restringido para presentar los potenciales escenarios del país después de las elecciones, y que uno de los puntos del encuentro es justo hablar específicamente de Pemex, cuyo análisis está a cargo de Badr El Moutawakil, responsable de la estrategia de crédito para mercados emergentes; y además participa Gabriel Casilla, economista en jefe para Latinoamérica.
Quien también analizarán el escenario político de México es Scotiabank Global Banking and Markets en el evento que se titula “México: Retos y Oportunidades del Nuevo Gobierno”, donde participa el analista Leo Zuckermann y Eduardo Suárez, vicepresidente de Economía para Latinoamérica de Scotiabank.
A nivel de cancha
Pese al sorpresivo comportamiento de las acciones de Ollamani desde su debut bursátil no había una casa de bolsa con una cobertura formal de los títulos que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) con la clave AGUILAS.
La primera intermediaria fue GBM que estimó un precio objetivo de 60 pesos por acción, una apreciación de 40% considerando los niveles actuales.
GBM explicó que a menudo se escucha que el fútbol no es un buen negocio, “y esta afirmación probablemente sea correcta” ya que, desde un punto de vista específicamente empresarial, actualmente el balompié no es la industria más atractiva por los sueldos millonarios que se pagan a los jugadores y cuerpo técnico, aunque, las fusiones y adquisiciones en el fútbol aumentaron en los últimos años.
“Entonces, ¿por qué existe un mayor interés en ser propietario de un equipo de fútbol?”, planteó GBM en su reporte donde explicó que los equipos de fútbol son cada vez más vistos como activos de “ultralujo”.
La propiedad de un club de fútbol trasciende los tradicionales análisis de flujo de caja, es decir, su valor intrínseco que no reside sólo en su rentabilidad sino también en su poder emblemático y la exclusividad que confiere a sus propietarios; el fútbol tiene un gran poder de marca y asociarse con un club de fútbol puede tener un impacto positivo en la marca e impulsar otras oportunidades de negocios; y en gran medida el potencial comercial del fútbol sigue sin explotar, y a medida en que el mundo del entretenimiento avanza hacia paquetes de televisión o digitales a la carta, los deportes en vivo tienen una ventaja por su gran audiencias.
“AGUILAS cumple con estas características”, destacó GBM.
Agregaron que el Estadio Azteca es el más importante de México y pronto será el único recinto que ha sido tres veces sede de la Copa Mundial de la FIFA a nivel mundial, y luego de su remodelación entre 2024 y 2025, debería al menos duplicar su generación de EBITDA gracias a una mejor combinación de ventas.
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