El pasado 20 de mayo, la cadena de restaurantes Red Lobster se declaró en quiebra después de una fallida promoción de camarones ilimitados, que terminó por hundir las ‘delicadas’ finanzas de la empresa. Aunque aparentemente es un caso particular, en realidad hay un listado de compañías que han quedado en bancarrota después de decisiones cuestionables, malos manejos o hasta promociones insostenibles.
Todas estas organizaciones se han acogido al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos para reorganizar sus finanzas. Unas lograron el cometido de volver al terreno empresarial, pero otras finalmente tuvieron que dejar de operar debido a panoramas poco alentadores.
Estas son algunas compañías que han tenido que acudir al Chapter 11 tras cometer errores o, simplemente, negarse evolucionar conforme las necesidades del mercado:
1. Red Lobster y la promoción de camarones ilimitados
La cadena de restaurantes Red Lobster recurrió al Capítulo 11 después de cerrar 93 ubicaciones por bajas ventas dentro de un proceso de reestructura. La compañía, en cuestión, reportó más de 24.4 millones de dólares (mdd) en deuda a uno de sus proveedores.
Esta cadena informó pérdidas netas de 76 mdd durante 2023. Según Reuters, 11 millones de ese total fueron responsabilidad de una promoción de camarones ilimitados por 20 dólares. Aunque en principio no suena a una cantidad sustancial, sí se trató del ‘último clavo del ataud’ de la compañía.
Otra de las razones de la quiebra fue la cartera de bienes raíces que mantiene, por las que tiene que pagar alquileres altos. Además, se investiga un posible conflicto de interés debido a que el principal proveedor de camarones de la compañía también es uno de los accionistas más importantes.
2. Quiznos’ Subs quebró a sus propios franquiciatarios
Quiznos’ Sub es una cadena de comida rápida similar a Subway. Todavía cuenta cerca de 360 restaurantes y presencia en diversos países. Aunque, hace exactamente una década, su ‘imperio’ era diez veces mayor, pero terminó en una adhesión al Capítulo 11 como otras compañías.
Entre 2006 y 2014 cerraron cerca de 4,000 restaurantes. La razón fue que los costos de materias primas eran muy altos para los franquiciatarios, quienes operaban unidades con pérdidas y, finalmente cedían ante la imposibilidad de mantenerse rentables. El principal proveedor de insumos era la propia organización, quien había adquirido a los proveedores años antes.
En 2014, finalmente la compañía se declaró en quiebra. Para ese momento, también enfrentaba demandas de los operadores de franquicias, expuso una cobertura de The Guardian.
3. 99 Cents Only y un modelo de negocios insostenible
La ‘tienda de dólar’ 99 Cents Only se acogió al Capítulo 11 de protección por bancarrota en Delaware en abril pasado. En el documento, la organización explicó que buscaba cerrar las 371 tiendas que opera en el país y vender tanto los bienes raíces como el inventario, indicó Reuters.
Esta quiebra no se debe propiamente a una mala gestión, pero sí a un modelo de negocios insostenible. La inflación provocó que fuera imposible mantener los precios 99 centavos de dólar o menos. Tras la adhesión, hubo un préstamo de quiebra que le proporcionará 35.5 mdd para gestionar las operaciones de liquidación.
4. WeWork, entre las compañías con malos manejos
WeWork inició el papeleo para el Capítulo 11 en noviembre pasado, a pesar de haberse convertido en un ‘unicornio’ que tocó valoraciones de 50,000 millones de dólares. La compañía tuvo una estrategia de crecimiento agresivo y casi exponencial, soportado por deudas de 19,000 mdd; pero esto se truncó por la crisis sanitaria de 2020 y el paso al trabajo remoto.
El exlíder de la organización, Adam Neumann, también mantuvo un comportamiento excéntrico y lleno de gastos exorbitantes. Esto terminó por ahuyentar a algunos inversionistas y las acciones cayeron en bolsa hasta ‘tocar fondo’ con una capitalización de mercado de 50 millones de dólares.
El pasado 29 de abril, WeWork informó que allanó el camino para una reestructuración financiera y operativa, por lo que esperaba salir del proceso a finales de mayo. Identificó un nuevo financiamiento por 450 millones de dólares y un plan para borrar los 4,000 mdd en obligaciones de deuda pendientes.
5. Blockbuster y la renuencia a la digitalización
Blockbuster, como las otras compañías, se acogió al Chapter 11 en septiembre de 2010. Antes de eso, la empresa tuvo un auge y caída lineal, provocada por la negativa a adaptarse a un escenario que prefería otros servicios de alquiler como aquellos con máquinas expendedoras, por correo y, también, al horizonte del streaming.
La empresa contaba con una deuda de 900 millones de dólares hasta ese momento, en un contexto donde había una caída de más de 40% en la venta de DVDs.
Esta historia tiene una arista bastante conocida: en el 2000, Blockbuster rechazó comprar a Netflix por cerca de 50 millones de dólares. Esto debido a que no veía potencial en la renta de películas a domicilio y prefería el modelo de tiendas físicas.
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