Aunque México ha logrado consolidarse como el principal socio comercial de Estados Unidos, por otro las importaciones de China también han ido en aumento, algo que ha abierto la incógnita sobre si el gigante asiático está utilizando al país como puerta de entrada al mercado estadounidense, tensiones que podrían agravarse.
De acuerdo con un estudio realizado por USB, los signos de triangulación tendrían que estar asociados con un cambio en la estructura de las importaciones mexicanas, en la que los productos chinos estén desplazando a otros proveedores, especialmente en bienes intermedios
“El hecho de que México tenga un déficit comercial mayor con China no es, per se, una indicación claro de que esté viendo una triangulación de productos chinos hacia Estados Unidos: podría ser simplemente un reflejo del crecimiento de México como exportador (que, como reensamblador, se traduce en mayores importaciones) o que México está consumiendo más productos finales chinos”.
¿Qué pasa entre México y China?
De acuerdo con el banco suizo, aproximadamente la mitad del aumento de las importaciones china al país están relacionados al tema de componentes; mientras el otro 50% se debe a las importaciones finales de automóviles, sin relación con la triangulación.
En el análisis muestran que aproximadamente la mitad del aumento neto del 1.4% en la participación de mercado de China en las importaciones mexicanas desde 2017, puede explicarse porque la nación asiática ha ampliado su participación en el suministro de autopartes, metales básicos, plástico y caucho (particularmente neumáticos) y textiles.
“La reciente introducción por parte de México de aranceles que van del 5% al 50% sobre productos seleccionados tiene precisamente como objetivo frenar la llegada de productos baratos desde Asia que pueden estar subcotizando a los proveedores locales y que podrían triangularse a Estados Unidos”.
UBS dice que la mayor parte de estos aranceles se han impuesto a los metales básicos y productos relacionados y afectan a unos 48,000 millones de dólares o el 7% de las importaciones totales de México, según funcionarios del gobierno.
Sin embargo, la otra mitad se debe al aumento de participación de mercado de China en las importaciones mexicanas desde 2017 atribuible al auge de las ventas locales de automóviles producidos en China.
“Hace cinco años, sólo el 6% de los autos vendidos en México eran de origen chino; hoy, esa cifra supera el 20%. Como estos automóviles son para consumo final, no pueden atribuirse a la triangulación del comercio”.
Estados Unidos, el descontento
Para la institución financiera, la óptica comercial importa y espera que las crecientes tensiones comerciales se acumulen hasta la “cláusula de extinción” del T-MEC; alimentadas por la especulación de que China está utilizando a México como puerta de entrada comercial libre de sanciones a Estados Unidos.
“A la luz del crecimiento de las importaciones mexicanas de automóviles chinos finales, creemos que hablar de triangulación china de bienes a través de México es exagerado. Sin embargo, en las relaciones comerciales, la óptica importa y, en este caso, la óptica ciertamente está sesgada hacía que el comercio chino a través de México esté bajo escrutinio”.
El banco explicó que el gobierno mexicano ha aumentado sus aranceles de importación de manera preventiva para evitar aranceles de represalia sobre sus propias exportaciones por parte de la Unión Americana.
Sin embargo, los planes de los fabricantes de automóviles chinos de construir fábricas en México podrían verse como una amenaza para Estados Unidos.
“De cara al futuro, creemos que Estados Unidos probablemente invoque la “cláusula de extinción” del T-MEC en julio de 2026, y que un endurecimiento de las normas de origen y el requisito de contenido mínimo para los productos manufacturados estará entre las principales prioridades de la agenda estadounidense”.
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