Banco de México (Banxico) decidió por unanimidad mantener sin cambios la tasa de interés en 11.25%, en línea con las expectativas del mercado.
Se trata de la tercera reunión consecutiva en que la Junta de Gobierno del banco central no realiza ajustes a la tasa terminal, tras el ciclo alcista que inició en junio de 2021.
“Con esta decisión, la postura de política monetaria se mantiene en la trayectoria requerida para lograr la convergencia de la inflación a su meta de 3% dentro del horizonte de pronóstico“, indicó Banxico en el comunicado del anuncio de política monetaria.
La Junta de Gobierno se mantendrá vigilando estrechamente las presiones inflacionarias y todos los factores que incidan en la trayectoria prevista; además, estimó que el panorama será complicado e incierto a lo largo de todo el horizonte de pronóstico, con riesgos al alza.
En las minutas de la reunión de política monetaria de junio, la entidad ya había externado su visión de mantener el nivel actual de la tasa de referencia por un “periodo prolongado” para lograr el objetivo de inflación.
En julio, la inflación continuó en descenso, al crecer 4.79% a tasa anual, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La inflación subyacente también desaceleró a 6.64% anual, su variación más baja en 17 meses.
El proceso de desinflación continuó avanzando ante la mitigación de diversas presiones. Sin embargo, siguen incidiendo sobre la inflación, de modo que esta permanece alta. Además, el panorama inflacionario continúa siendo muy complejo, advirtió Banxico.
Inflación llegará a meta en 4T24
El banco central indicó que las expectativas de inflación disminuyeron para 2023, mientras las de mayor plazo se mantuvieron relativamente estables en niveles por encima de la meta.
La entidad mantuvo sus pronósticos de inflación general prácticamente sin cambio y elevó ligeramente los de la subyacente a corto plazo, pero sigue anticipando que la inflación converja a la meta en el cuarto trimestre de 2024.
Banxico ve como riesgos al alza la persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados, la depreciación cambiaria ante eventos de volatilidad financiera internacional, mayores presiones de costos y presiones en los precios de energéticos o agropecuarios.
Mientras que a la baja, señaló una desaceleración de la economía global mayor a la anticipada, un menor traspaso de algunas presiones de costos, que la apreciación del tipo de cambio contribuya más de lo anticipado a mitigar ciertas presiones sobre la inflación y un efecto mayor al previsto de las medidas del gobierno federal ante la carestía.