El dinamismo de las exportaciones mexicanas en el primer mes del año en curso tiene nombre propio: sector automotriz.
Pero, ¿cuáles son los productos que más vende al exterior México? De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las mayores exportaciones en enero pasado fueron las referentes a los automóviles tipo turismo, con 4,163 millones de dólares.
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El segundo lugar corresponde a vehículos para transporte de mercancías, con un monto de 3,202 millones de dólares.
En ambos casos, las tasas de crecimiento anuales fueron elevadas, de 143.6 y 86.9%, respectivamente. Además, en conjunto aportaron 17.3% del total de exportaciones, las cuales ascendieron a 42,591 millones de dólares, cuya alza fue de 25.6%.
En el cuarto lugar de mayores exportaciones encontramos a las partes y accesorios de vehículos, con 2,647 millones de dólares y una variación anual de 14.0%; este rubro se ubicó detrás de máquinas para el procesamiento de datos (2,849 millones), que quedó en tercera posición.
Mientras en el top 10 también se ubicaron las exportaciones de tractores, con un valor de 1,046 millones de dólares, cifras que representó un aumento de 24.9% respecto a enero del 2022.
Motor económico
En general, la industria automotriz cumplió con su deber en el primer mes del año en curso en ser el motor del comercio exterior, después de sufrir el año pasado por el déficit de semiconductores (chips).
No obstante, existe preocupación en los mercados, ya que si bien el comercio exterior sigue siendo uno de los elementos destacados en la coyuntura de los últimos 12 meses, las condiciones han cambiado a nivel global y local.
Por lo que el camino de vuelta al dinamismo podría no ser tan sencillo, sobre todo a partir de la pronunciada apreciación que el peso ha tenido en los últimos meses
advierte Monex.
Panorama de claroscuros
Para Banorte, el panorama para el comercio se ha vuelto más incierto, con mayor volatilidad en los mercados financieros ante temores sobre el sector bancario en Estados Unidos y Europa.
Aunque también observa cierta resiliencia que podría prevalecer debido a una aceleración en la producción en China tras el Año Nuevo Lunar y el fin de la política de tolerancia cero al COVID a finales del año pasado.
Además, el nearshoring probablemente seguirá como un motor para las importaciones de bienes de capital, con los proyectos próximos a ser completados probablemente como los principales receptores de estos flujos
señala el grupo financiero.