Contener los aumentos a los precios de las gasolinas y diésel le costó 79,162 millones de pesos a la hacienda pública en 2022.
Se trata de la cifra más elevada para un periodo similar desde 2013, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
El dato contrasta con la recaudación de 222,894.6 que dejó el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) a combustibles el año previo.
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La dependencia aplicó una serie de medidas desde abril a fin de evitar los llamados ‘gasolinazos’ y su efecto en la inflación, que de acuerdo con autoridades habría llegado a doble dígito sin los estímulos fiscales.
En diciembre, la recaudación por el IEPS a combustibles ascendió a 7,424 millones de pesos, su segundo mes en terreno positivo a medida que la dependencia redujo el monto del estímulo.
Los apoyos se aplicaron en mayor medida entre abril y agosto, cuando los precios internacionales del petróleo se dispararon y se redujeron conforme éstos se estabilizaron.
Además, la inflación cerró el año en 7.82% anual, mientras la subyacente se ubicó en 8.35% a tasa anual.
Ingresos petroleros suben 18.7%
El alza en los petroprecios impulsó a los ingresos petroleros, que en el año que terminó ascendieron a 1.482 billones de pesos, un incremento de 18.7% a tasa anual y en términos reales.
De acuerdo con el reporte de finanzas públicas, el monto equivalente a 5.2% del PIB, el nivel más alto observado desde 2014.