Las empresas de consumo en México, como supermercados y tiendas departamentales, podrán sortear el incremento al salario mínimo acordado para 2023, coinciden analistas y representantes empresariales.

Estos incrementos no vienen a deteriorar a las empresas, sino vienen a ponerse en línea con el contexto económico

dijo Roberto Solano, Gerente de Análisis y Estrategia Bursátil Monex.

Por unanimidad entre el sector obrero, empleadores y autoridades, el salario mínimo general en México para 2023 pasará de 172 a 207 pesos diarios, lo cual representa un incremento de 1,052 pesos al mes. En la frontera norte pasará de 260 a 312 pesos al día, un incremento de 1,584 pesos mensuales adicionales.

Sin presiones

Este tipo de empresas de consumo han sido resilientes ante la inflación histórica, los problemas de suministro y las restricciones de movilidad por la pandemia, logrando crecer ventas a doble dígito en los últimos trimestres.

Si bien el que una parte de la población tenga más recursos para comprar no tendrá un gran efecto positivo en el consumo, tampoco presionarán sus costos ni la generación de empleo, de acuerdo con Roberto Solano.

 

Por el lado del consumo, el panorama económico pone la vara muy alta para que en 2023 las empresas vean grandes crecimientos, por lo que se espera un efecto positivo modesto tras el incremento al salario mínimo.

En tanto, el temor a que existan menos contrataciones en este sector se contrarresta por el regreso a la normalidad y a los espacios físicos tras la pandemia, lo que podría llevar a contratar más personal para atender esta demanda.

“Los planes de crecimiento de una empresa fomentan las nuevas contrataciones y bajo estos criterios, obviamente tanto en la base de salario mínimo o de algunos otros ajustes salariales que toman como referencia, este criterio, pues se van a mantener”, añadió Solano.

Empresarios se dicen preparados

La teoría dice que un aumento al salario mínimo puede presionar los costos de las empresas porque deberán pagar más y si no aumenta la productividad, entonces no habrá más contrataciones.

Sin embargo, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) descarta efectos negativos de ese tipo, pues el incremento ya lo tienen contemplado en sus gastos.

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“Las empresas ya lo tienen contemplado, que sí representa un aumento a los costos de la empresa, pero ninguna empresa me ha contactado para reclamar porque todos están conscientes y son socialmente responsables de que tenemos que trabajar como país en la mejora del salario mínimo”, explicó en entrevista Ricardo Barbosa, presidente de la Comisión Laboral de Coparmex.

El representante patronal dijo que esta negociación comenzó desde agosto y aunque la propuesta del sector patronal era un alza de 15%, las compañías se prepararon para un escenario de 20%, como el ocurrido.

Efectos negativos del alza, “equivocado”

Cuando se habla de aumento al salario mínimo se temen dos efectos: aceleración de la inflación y posibles afectaciones en el empleo.

Para Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco BASE, para evitar efectos negativos en los costos de las empresas debe haber aumento en la productividad, pero eso no ha ocurrido en el país.

“Sí se generan mayores costos sobre las empresas e inclusive creo que también ahorita coyunturalmente va a generar presión sobre la inflación”, añadió.

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En lo que va del sexenio el salario ha incrementado cinco veces y algunos estudios encontraron que no ha habido efectos negativos en la inflación, el empleo y la productividad.

De 2018 a 2023, el salario mínimo general ha aumentado 134.8% y en la frontera norte 253.6%.

“Ese mito de que el (aumento al) salario mínimo siempre causa efectos negativos es equivocado”, asevera Raymundo Campos, economista del Colegio de México que ha realizado estudios sobre estos últimos incrementos junto al actual subgobernador de Banco de México Gerardo Esquivel.

El académico explicó que no han visto un impacto en el empleo “o sea, no causó un efecto inflacionario en la zona norte, sí aumentó los ingresos de las personas que reciben el salario mínimo o que están cerca del salario mínimo”.