La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) permitió este jueves que los estados miembros utilicen la píldora contra el COVID-19 de Pfizer, antes de su aprobación formal, y autorizó dos tratamientos más.
Esta píldora de Pfizer, al igual que la de su rival Merck (con una aprobación de emergencia de la EMA), son más accesibles que las vacunas.
“El fármaco, que aún no está autorizado en la UE, puede utilizarse para tratar a los adultos con COVID-19 que no requieren oxígeno suplementario y que tienen un mayor riesgo de desarrollar una forma grave de la enfermedad”, dijo la EMA en un comunicado.
Asimismo, el gigante farmacéutico Pfizer indicó esta semana que la píldora, que reduce las hospitalizaciones y las muertes de personas de riesgo en un 90%, debería resistir a la nueva variante del COVID-19, ómicron.
Evitar alza en contagios
La agencia explicó que emitió esta recomendación para apoyar a las autoridades nacionales que puedan decidir una utilización anticipada del medicamento, por ejemplo ante un alza de los contagios y las muertes por COVID-19 en la Unión Europea.
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Este tratamiento, denominado Paxlovid, es una combinación de una nueva molécula, el compuesto PF-07321332 y el antiretroviral ritonavir, que se utiliza contra el virus del sida.
Los efectos secundarios más comunes son perturbaciones en el gusto, diarrea y vómitos.
Dinamarca aprueba píldora de Merck
El país de Dinamarca se convirtió el jueves en el primero de la Unión Europea en autorizar el uso de la píldora de Merck, autorizada por la EMA en noviembre.
Sin embargo, los resultados clínicos publicados por Merck fueron decepcionantes ya que mostraban menos eficacia que en anteriores ensayos (a partir de resultados provisionales).
Por otro lado, la EMA aprobó hoy dos fármacos, el Xevudy de GlaxoSmithKline, y el tratamiento Kineret, de Orphan Biovitrum, para pacientes con riesgo de desarrollar complicaciones graves del COVID-19.
El compuesto Kineret, de la compañía sueca Sobi, que ya era utilizado para tratar la artritis y otras enfermedades inflamatorias, puede “impedir que se desarrolle una insuficiencia respiratoria severa en los pacientes con COVID-19”, explicó la EMA.