Telefónica México busca reinventar su negocio tras 20 años de haber llegado al país manteniendo su apuesta por la conectividad.
Recientemente, el operador de origen español aportó por conectar zonas remotas gracias a una reciente alianza con Altán Redes, sin embargo, dentro de sus planes de conectividad no está el despliegue de 5G en México.
La reinvención de la compañía se sostiene de un nuevo esquema operativo, a través del cual busca mantener y aumentar las alianzas estratégicas, además de apostar por la economía circular y la digitalización.
Para Telefónica México cambiar el modelo de negocio resultó un movimiento disruptivo al romper con la figura del operador tradicional tal como se conocía hasta entonces, dijo Ana de Saracho, directora de Asuntos Públicos y Regulación de Telefónica México.
La tecnología hoy permite modelos más disruptivos con inversiones mucho más eficientes para ofrecer los mismos servicios que se venían prestando
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En noviembre de 2019, Telefónica México pactó una alianza con AT&T México para mejorar sus finanzas y devolver espectro al Estado mexicano, un plan de tres fases que terminará a mediados del próximo año.
Además de esta alianza, Telefónica tiene también un convenio de roaming nacional con Telcel que funciona como cobertura complementaria y a principios de este año pactaron un alianza de roaming social con Altán Redes.
Conectar con Altán Redes
El convenio consiste en que Telefónica México llegue a localidades con menos de 5,000 habitantes donde Altán ya tiene desplegada la Red Compartida para ofrecer sus servicios como un operador minorista, es decir, ofreciendo planes de telefonía e internet móviles.
Para ello, Movistar utilizó una tecnología que les permitiera tener gradualidad para abrir acceso a los sitios a los que les interesa llegar, la misma que les permitió hacer el convenio con AT&T.
El proyecto está compuesto por dos fases. La primera etapa empezó en febrero y termina en noviembre, en la que implementaron esta tecnología en 49 sitios de Altán, las cuales dan acceso a 757 localidades del país, que se traducen en 181,000 personas beneficiadas que pudieran ser sus clientes potenciales.
En tanto, en la segunda fase de expansión, que será entre noviembre y febrero de 2022, se agregaran 80 sitios extras que le darán acceso a 1,600 localidades adicionales que beneficiarían a una población acumulada de 663,000 personas adicionales.
5G, no por el momento
A pesar de que el despliegue de 5G es una apuesta fuerte para Telefónica en países como Alemania o Brasil, dos de sus mercados más importantes dentro de su operación global, en México no es una de sus prioridades.
Si bien Telefónica tiene claro que 5G es el futuro, también están convencidos de que cada país y cada operación tiene su momento, que no es el caso de México, aseguró De Saracho.
Entre los elementos que juegan en contra en el mercado mexicano es el espectro, en donde el IFT no ha destinado las bandas ni los anchos de banda que se necesitan para hacer posible el despliegue de una red de quinta generación con los beneficios que implica.
A esto se suma el alto costo del espectro que, en su opinión, se reveló como uno de los factores que desincentivaron el interés en la última licitación de espectro realizada por el órgano regulador
“Al final el mismo mercado te dice que no hay certeza jurídica, que no ha cambiado este ámbito recaudatorio sobre el espectro para que se tengan más de 100 megahertz para 5G”, agregó.
A esto se suma el hecho de que una red de 5G requiere al menos ocho veces más que la infraestructura actual, aunado a los obstáculos a nivel de regulación local en cuanto a complicación de trámites y criterios de despliegue.
También, agregó De Saracho, hay que considerar la brecha de conectividad que aún hay en México, lo que en su opinión “5G no lo va a resolver”, pues para conectar a los desconectados hay que segur desplegando LTE.
“LTE es hacia donde vamos a movernos, no digo que nunca lo haremos, pero si entendemos el futuro y los beneficios de 5G, el momento en México no ha llegado”, finalizó.