La escasez de semiconductores evidencia la falta de oferta de plantas productoras de estos chips y de una industria manufacturera más especializada que pueda estar preparada ante una fuerte demanda como la que se vivió durante la pandemia del COVID-19.
Durante el 2020, el gran confinamiento que vivieron todos los países del mundo generó una mayor demanda de productos como celulares, computadoras y consolas de videojuegos, los cuales requieren de los semiconductores para funcionar bien.
Esta mayor demanda impactó precisamente al sector automotriz, pues también necesita los semiconductores para operar al 100% y ante esta falta de chips, se generó un impactó en las ventas y exportaciones de la industria.
Al haber una baja producción de semiconductores, se produjo tal escasez (…) Este año, con la pandemia un poco más controlada y con la recuperación del sector automotriz, se notó la necesidad de oferta de semiconductores
dijo a EL CEO, José Guillermo Zozaya Délano, director de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
Durante agosto, la producción de vehículos ligeros en México registró una caída anual de 21.44%; mientras que las exportaciones de autos mostraron una contracción anual del 19.6%, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi)
Existe una producción muy limitada de los semiconductores y el problema es que la producción y demanda de vehículos aumentará para el 2022, abundó el directivo de la AMIA.
Otro aspecto que explica la escasez de semiconductores es la falta de una industria manufacturera más especializada.
La manufactura no estaba lista para esta demanda (…) La industria automotriz se vio afectada por los altos pedidos de dispositivos que ocupan semiconductores
expuso por su parte Efrén Páez, analista de DPL.
Antes de COVID-19 ya había problemas en producción
Para el director de Análisis de SAVER Think Lab, Luis Pérez Lezama, antes de la crisis del coronavirus, ya se notaba una desaceleración en la producción de los semiconductores.
La industria en este sector exige procesadores cada vez más pequeños y que almacenen mayor información, lo que representa un aumento en los precios de los mismos y, en consecuencia, que menos puedan producirlos, detalló.
Comentó que el incremento en los precios de los metales, como el cobre o silicio, también están influyendo, tanto en el encarecimiento de los semiconductores como en la reanudación de la producción de los mismos.
Por más que una compañía quiera volver a la fabricación de semiconductores, se encuentra con el encarecimiento de los precios provocado por los cuellos de botella (…) Hay una crisis tecnológica dentro de otra crisis tecnológica
señaló Lezama.
La AMIA esperaba que, para estas fechas, el tema de la escasez estuviese resuelto, sin embargo falta corregir la proveeduría mundial.
El directivo reconoció que no es un problema que se pueda solucionar tan rápido, pues abrir una planta productora de estos materiales representa una gran inversión que no cualquiera puede costear.