El colapso en el tramo de la Línea 12 del Metro de Ciudad de México en el que fallecieron 26 personas fue resultado del pandeo de las vigas norte y sur facilitada por la falta de pernos funcionales, de acuerdo con el dictamen final de la empresa noruega DNV.
Los factores que contribuyeron a que los pernos no fueran funcionales son fueron pernos faltantes, mal colocados y con soldaduras deficientes, de acuerdo con el documento presentado por la firma encargada de realizar el peritaje independiente de lo sucedido el 3 de mayo.
Al respecto, el informe detalló que las soldaduras no cumplieron con requerimientos y se detectaron prácticas como el uso de barras de acero como material de relleno.
Debido a esto, una parte del tramo elevado perdió su estructura compuesta y estaba operando “como dos vigas paralelas independientes: una viga de concreto y una de acero que experimentaron condiciones de carga para las que no estaban diseñadas”, dijo Jesús Antonio Esteva, secretario de Obras y Servicios de CDMX al dar lectura al dictamen en conferencia.
La empresa noruega también detectó deficiencias en comparación con el criterio de diseño en todas las estructuras de concreto que puso a prueba.
Aunque los valores promedio cumplieron con los criterios de diseño para la resistencia a la compresión, varias muestras de la columna, paneles precolados y losas coladas en el sitio cayeron por debajo de los criterios mínimos especificados en las Normas Técnicas Complemetarias Oficiales de la Ciudad de México 2004/27
se lee en el reporte.
DNV indicó que la deformación en la Viga Norte se detectó primero en enero de 2017, previo al terremoto de septiembre.
El dictamen también consideró que las condiciones geológicas del suelo en el tramo Olivos-San Lorenzo Tezonco, no parecen haber contribuido con el desplome.