Las presiones inflacionarias que se perciban en este primer semestre del año auguran un panorama poco favorable para las finanzas públicas del sector público, las cuales ya se encuentran restringidas ante el crecimiento de gastos ineludibles y por la austeridad aplicada por el gobierno federal.
El repunte de 4.67% en la inflación deja pocas probabilidades de que Banco de México reduzca la tasa de referencia; incluso, podría elevarla, lo que se traducirá en un aumento del costo financiero de la deuda, consideró Alejandro Gómez Tamez, director general del Grupo de Asesores en Economía y Administración Pública.
Si bien el gobierno federal tiene su colocación de deuda a tasa fija, sus nuevas colocaciones de deuda le van a salir más caras a una tasa de 4.5% o más, lo que implicaría un pago entre 50,000 o 60,000 millones de pesos adicionales para pagar intereses de deuda
Las presiones inflacionarias no solo se perciben a nivel nacional, sino también en el exterior, especialmente en Estados Unidos, donde la inflación se elevará como efecto de los estímulos económicos y monetarios que está dando el gobierno.
Con esta combinación de presiones inflacionarias internas y externas, el mercado empieza a descartar un nuevo recorte en la tasa de referencia, precisó Gómez Tamez; aunque en su última minuta de política monetaria Banxico dejó en claro que no descarta la posibilidad de hacer más recortes.
Para este año, la Secretaría de Hacienda estima pagar un total de 717,961.9 del costo financiero de la deuda. Es el pago más alto que se haya registrado desde 1990.
El Plan Anual de Financiamiento 2021 proyecta que el 77.1% de la deuda será interna y el 22.9% externa. De la parte interna, el 81.2% está en valores gubernamentales a tasa fija y es de largo plazo, mientras la deuda externa, el plazo es de 19.9 años.
De acuerdo con el presupuesto aprobado en 2021, el financiamiento interno será hasta por 700,000 millones de pesos y hasta 5,200 millones de dólares en endeudamiento externo.
Pemex aumentará deuda y pago de intereses
Uno de los aspectos que más preocupación genera en el mercado es el hecho de que el gobierno federal asuma el pago de amortizaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex), tal como lo anunció en marzo el director de la petrolera, Octavio Romero Oropeza, indicó Ernesto O´farril, presidente de Bursamétrica.
Las amortizaciones de Pemex son por alrededor de 113,000 millones de dólares y lo que se busca es que el gobierno pida dinero para pagarlo, pero esto pondría en riesgo el grado de inversión del país
explicó O´farril a EL CEO.
El presupuesto de 2021 no contempla este pago de amortizaciones que representan alrededor de 2.35 billones de pesos y si se suman a la deuda total del país, implicaría que se eleve de 12.3 billones a 14.6 billones de pesos, agregó.
Si el gobierno asume este pago de amortizaciones, la deuda se eleva y por tanto el pago de intereses de la deuda podría llegar casi al billón de pesos, alertó el especialista.
Gómez Tamez añadió que Pemex requiere de una reforma profunda en la que se incluyan cambios en el marco fiscal para que pueda tener flujo y pueda hacer frente a sus compromisos.
Es un error que a través del gobierno se pretenda manejar los empréstitos de Pemex porque al final solo van a arrastrar a las finanzas al mismo barranco en el que está Pemex