La escasez de chips a nivel mundial ha traído problemas a la industria automotriz y puso freno a la producción de vehículos en plantas de General Motors, Nissan y Honda.
General Motors informó este martes que extenderá los recortes de producción en dos plantas en Estados Unidos y una en México, al menos hasta mediados de marzo.
La automotriz estadounidense no reveló los volúmenes de impacto ni dijo qué proveedores y piezas de vehículos se vieron afectados por la escasez de chips.
Sin embargo, la empresa subrayó que se enfocará en mantener en funcionamiento la producción en las plantas que fabrican sus vehículos con mayores ganancias: las camionetas pickup grandes y los SUV.
El suministro de semiconductores sigue siendo un problema que enfrenta toda la industria. El plan de GM es aprovechar todos los semiconductores disponibles para construir y enviar nuestros productos más populares y de mayor demanda,
dijo el portavoz de GM, David Barnas
GM está extendiendo el tiempo de inactividad en su planta estadounidense en Fairfax, Kansas; su fábrica canadiense en Ingersoll, Ontario, y su instalación mexicana en San Luis Potosí hasta mediados de marzo, cuando reevaluará la situación.
Además, GM ensamblaría vehículos en Wentzville, Misuri, y en su planta mexicana en Ramos Arizpe.
Nissan y Honda recortan estimaciones de ventas
Las automotrices japonesas Nissan y Honda también resienten la escasez de chips y ya recortaron sus estimaciones de ventas para este año.
Ambas compañías creen que la situación será difícil durante la primera mitad de 2021 como resultado de la continua crisis de chips, provocada por la alta demanda de semiconductores y la capacidad de producción limitada.
“La industria automotriz se enfrenta a una escasez mundial de chips, y se está volviendo un desafío producir la cantidad que satisfaga la demanda”, dijo Makoto Uchida, CEO de Nissan.
La firma fundada en 1933 prevé que venderá 4.01 millones de unidades este año fiscal, un 3.6% menos de lo esperado en noviembre.
Honda espera que las ventas de vehículos caigan alrededor de 100,000 unidades desde el último pronóstico debido a la crisis de chips para alcanzar los 4.5 millones de vehículos.
Honda revisó al alza su pronóstico de ganancias netas para todo el año a 465,000 millones de yenes (4,400 millones de dólares), un 2% más que su ganancia neta para el año fiscal 2019.
Mientras Nissan recortó su pronóstico de pérdidas netas a 530,000 millones de yenes (5,065 millones de dólares), desde los 615,000 millones de yenes previstos en noviembre, de acuerdo con un reporte de Nikkei Asia.
El director de operaciones de Nissan, Ashwani Gupta, dijo que la compañía detectó el problema en noviembre y diciembre, por lo que han estado en constantes conversaciones con los proveedores.
El ciclo es normalmente de seis a siete meses después de que se decide el aumento de capacidad, y creemos que en mayo o junio todo el mundo debería salir de esta crisis,
dijo Gupta