El exdirector general de Wirecard, Markus Braun, fue arrestado nuevamente y acusado de fraude, luego de ser detenido hace semanas, pero puesto en libertad bajo fianza tras el colapso de la firma.
La amplia investigación de la fiscalía de Múnich demostró que los cargos contra los acusados se han extendido considerablemente,
declaró un portavoz de la fiscalía.
Markus Braun fue acusado por los fiscales de Munich de cometer un fraude por varios años, un arresto que se concreta a semanas de la quiebra de la compañía, aunque el detenido ha negado siempre haber cometido una infracción, según el Financial Times.
Los fiscales sospechan ahora que el fraude contable de Wirecard comenzó en 2015, cuando Markus Braun y otros directivos acordaron presuntamente inflar los ingresos de la compañía, en un intento de engañar a los inversionistas.
Wirecard, que alguna vez fue uno de los abanderados del sector tecnológico alemán, se derrumbó en junio pasado tras reconocer un fraude contable de varios años y advertir que los 1,900 millones de euros de efectivo que figuraban en sus libros probablemente no existían.
Los investigadores ampliaron su indagatoria sobre la caída de la empresa para incluir a otros antiguos ejecutivos, según revelaron fiscales cercanos al caso en conferencia de prensa.
Ante la reaprehensión de Braun, un juez de Múnich revocó la fianza de cinco millones de euros, después de que se amplió la investigación contra el exdirector general y otros antiguos ejecutivos de Wirecard.
Otros de los detenidos junto con Braun son el exjefe de finanzas de Wirecard, Burkhard Ley, y el jefe de contabilidad del grupo, Stephan von Erffa, reveló un portavoz de la fiscalía de Munich.
Con estos arrestos suman ya cuatro empleados de Wirecard que han sido detenidos por las autoridades alemanas.
A principios de julio, Oliver Bellenhaus, el jefe de una subsidiaria de Wirecard en Dubai, se reportó con los fiscales de Múnich, quien según su abogado, “enfrenta su responsabilidad individual en el caso, a diferencia de los otros exmiembros de la compañía”.
Sin embargo, no son los únicos en el entramado: Jan Marsalek, el exjefe de operaciones, es buscado bajo una orden de arresto internacional.
Los fiscales dicen que los bancos y otros inversionistas en los años siguientes pusieron 3,200 millones de euros en Wirecard.
Debido a la insolvencia de Wirecard, lo más probable es que esos fondos se pierdan. En los interrogatorios se nos habló de un sistema estrictamente jerárquico que estaba conformado por un Esprit de Corps y promesas de lealtad al jefe ejecutivo como líder
reveló un portavoz.
Además, los fiscales revelaron que un sospechoso se había convertido en el principal testigo y que la cooperación de éste había ayudado a avanzar significativamente en la investigación.
Con información de AFP