La inclusión del gas natural asociado en la fórmula del cálculo de costos de producción por barril que Pemex entrega a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) ha permitido a la empresa mexicana estimar costos más contenidos, aunque no refleja la realidad de los presupuestos invertidos en los pozos que se encuentran en producción.
Ahora, la compañía parece estar destinada a perder esta herramienta.
“Hay veces que el campo en sí no es rentable, pero cuando tomas en consideración todos los productos asociados se justifica, a veces te apalanca la inversión”, explicó Adrián Calcaneo, director de midstream y líquidos de IHS Markit.
Calcaneo destacó que incluso hay países que están expandiendo su base de producción con un enfoque en el gas y no el crudo, como es el caso de Argentina. Para esto, el país sudamericano ha encontrado la demanda necesaria para convertirse en un exportador neto y justificar su producción y su modelo de negocios.
La fórmula utilizada en los reportes de la SEC no es la mejor, debido a que el gas natural se encuentra asociado, y la propia Pemex ha reflejado dificultad para estimar los costos de producción del gas, resaltó Rosanety Barrios, analista del sector energético.
“Normalmente lo que se hace es atribuir todo el costo de extracción al aceite, por eso a mí me parece válido (eliminar el gas de la fórmula). Tratar de reproducir el costo reportado me parece muy complejo porque es un cálculo contable ajustado a normas, no el costo real”, señaló Barrios.
Otro reto para comprender el costo definitivo de producción para Pemex es la falta de transparencia. Calcaneo señaló que existen múltiples campos con distintas condiciones, de las cuales depende la balanza contable de su producción, pero esta información no está disponible públicamente, y sólo la tienen algunas empresas de análisis del sector.
Las estadísticas petroleras de Pemex revelan que la producción de gas natural se ha mantenido relativamente estable durante los últimos tres años, a pesar de las bajas en producción de crudo. En 2017, la producción promedio fue de 5,068 millones de pies cúbicos diarios.
En abril de este año la producción se mantuvo en 5,005 millones de pies cúbicos diarios.
Parte de la razón podría ser la edad de los campos, señaló Barrios. “Cuando tienes un pozo que ya está en etapa de declinación lo normal es que tenga más gas”, dijo.
Uno de los principales problemas con la producción de gas de Pemex es que la propia empresa absorbe mucho del volumen producido para su propio consumo en la inyección y mantenimiento de presión en pozos.
La prioridad que esta administración da al crudo por encima del gas podría tener un impacto negativo en el futuro económico de la compañía.
“La producción de gas ayuda en la contabilidad, pero debido a la falta de una estrategia clara, el gas podría dejar de aportar en la rentabilidad del crudo a futuro, a pesar de las reservas que se tienen”, advirtió Calcaneo.
Barrios señaló que Pemex parece haber entendido las dificultades de competir en este mercado y podría haberse dado por vencida, en favor de que la Comisión Federal de Electricidad utilice sus gasoductos para seguir importando gas a precios competitivos.
“No creo que haya una intención de ser autosuficiente en gas. CFE es el otro importador grande y ya se comió a Pemex desde hace unos dos años, por eso la construcción de los ductos. En esta administración CFE Energía ya ha informado a la Asociación Mexicana de Gas Natural que estará ofreciendo el hidrocarburo”, señaló.